Es la novena del ciclo de los Rougon-Macquart
Nana Coupeau huyó, una tarde de invierno, de la terrible miseria en la que vivía su familia. Convertida en actriz y cortesana, se divierte en humillar y arruinar a sus admiradores, principalmente al conde Muffat, que la mantiene principescamente. Gélida, incapaz de querer a ningún otro que a su hijo, el pequeño Louis, insaciablemente codiciosa de lujo y de placeres, Nana termina siendo abandonada por Muffat y arruinándose económicamente. Morirá poco después de viruela, mientras en las calles resuenan los gritos ante el anuncio de la declaración de guerra a Prusia.