[Money, Credit and Commerce]. Obra de Alfred Marshall (1842-1924), publicada en Londres en 1923. Es la continuación de Industria y Comercio (v.). En su primera parte, reservada al estudio de la moneda, el autor, después de haber precisado que el valor de la moneda en el mercado monetario es dado por el tipo de interés, examina cómo pueden calcularse el poder de adquisición general y las relativas variaciones mediante números-índice calculados, a pesar de la dificultad de construir e interpretar estos últimos.
Afirmando que el valor de los metales preciosos es dado por su coste (por parte de la oferta) y por la necesidad para el público del poder .de adquisición, fundado sobre la moneda metálica, así como también por las necesidades industriales (por parte de la demanda), Marshall establece una igualdad entre el valor total de la moneda que necesita una nación, multiplicado por el término medio del circulante durante el año y la suma total de los cambios, definidos en términos monetarios. Se sigue de ello que el poder de adquisición de la unidad monetaria varía inversamente con la cantidad de moneda. En la segunda parte el autor analiza los problemas del crédito, pone en evidencia su desarrollo en correspondencia con el de la industria, y muestra la conexión entre el tipo de interés y las variaciones en el poder de adquisición de la moneda. Estudia el crédito mobiliario a breve plazo (finanzamientos bancarios) y a largo plazo (obligaciones), y el desarrollo de los bancos británicos y de la bolsa de valores. La tercera parte trata extensamente del comercio internacional; éste es índice de la eficiencia económica de un país.
Considerado en sus detalles, el funcionamiento de la balanza comercial, en relación también con el movimiento de las partidas invisibles de la balanza los pagos, Marshall pasa revista a algunos problemas especiales y fija el mecanismo de la demanda y de la oferta internacional; definida la elasticidad de la demanda del país importador (proporcional a la amplitud de los recursos), el autor se adentra en el tema de los impuestos de aduanas explicando sus efectos, para concluir en el del comercio extranjero, con observaciones acerca de la influencia de la estabilidad monetaria y sobre las consecuencias del comercio extranjero para la distribución mundial de los metales preciosos. La última parte considera las causas de las fluctuaciones industriales y comerciales. La estabilidad de la ocupación está disminuida por la intercomunicabilidad de las regiones, por la especialización del trabajo, mientras las innovaciones técnicas aumentan la productividad y la estimación del trabajo, causando desocupación limitada y temporal. Las relaciones entre la marcha del mercado monetario y las fluctuaciones (que tienen origen, por lo general, en una extensión del crédito, después improvisadamente contingentado) tienden a extenderse en el ambiente económico. Las variaciones en el tipo de interés, a su vez, dependen, en parte, de las previsiones acerca del rendimiento de los capitales prestados, y, en parte, de la oferta del capital.
F. Feroldi