Los Trabajos y los Días, Hesíodo

Breve poema de Hesíodo (que vivió en Beocia aproximadamente en el siglo VIII a. de C.), escrito en el metro (el hexá­metro dactilico) y en la lengua tradicionales de la epopeya. Pero su contenido no es na­rrativo, sino reflexivo y moralizante.

He­síodo fue también poeta épico en el sentido corriente desde Homero en adelante: lo ates­tiguan la Teogonia (v.) y otras obras de contenido mitologicoerudito, que le fueron atribuidas por los antiguos. Lo que le indujo a abandonar los temas míticos fue un caso personal, recordado por él mismo en los primeros versos; en la división de la heren­cia paterna se encontró en litigio con su hermano Perses, y hubo de padecer injus­ticia por culpa de los jueces corrompidos y de Perses, codicioso y ocioso. La primera parte del poema expone, en forma de consejos a su hermano, las reflexiones del poeta sobre el problema de la justicia y el tra­bajo. Es beneficiosa para los hombres la ri­validad de las riquezas, porque excita al trabajo; pero es fácil incurrir en el exceso. Una especie de pecado original pesa sobre la humanidad: poco bastaría para la feli­cidad, si los dioses no hubieran ocultado su secreto.

Pero desde que Prometeo dio a los mortales el fuego y las artes, transgredien­do los decretos de Zeus, la necesidad del trabajo, los dolores, las enfermedades, se derramaron sobre la tierra, del vaso de Pan­dora. El pesimismo de Hesíodo halla expre­sión en el mito de las edades del mundo, las cuales señalan una decadencia desde la primitiva época del oro hasta la presente del hierro; y males todavía peores se pre­vén para el futuro. No hay salvación sino en la justicia, en la actividad honrada y prudente, la única que puede dar una ri­queza bendecida por los dioses. De la exhor­tación al trabajo, que cierra la primera parte de la obra, se desarrolla, en la segunda, una serie de preceptos sobre la economía doméstica y sobre el trabajo dé los campos en relación con las estaciones del año. Sigue una referencia más breve al comercio y a la navegación. Una nueva serie de sentencias morales y de preceptos prácticos de género diverso señala el paso a la última parte, en que están sumariamente clasificados en una especie de calendario los días que en el curso del mes son más convenientes para determinados trabajos.

Los trabajos y los días señalan un momento importante en la historia de la cultura griega: aquel en que el aeda, habituado a divertir a las cortes principescas con la celebración de las gestas y las virtudes aristocráticas, se vuelve a considerar la realidad cotidiana y la vida del hombre común. No hay en este poemita el orden espontáneo y fácil de las aventu­ras contadas, sino el más fatigoso y menos prontamente reconocible de un pensamiento en vías de sistematización. La conciencia del poeta, sostenida por un vivo sentido reli­gioso, prueba, por medio de la sabiduría de la época y las supersticiones populares, ele­varse a una concepción moral del mundo. Hallamos en estos versos la expresión de una sociedad que necesita del trabajo para vivir. «No el trabajo sino el ocio es su des­honor». Hesíodo ha sido llamado el poeta de los campesinos; pero él no es un poeta campesino; ve la vida de los campos con los ojos del hombre culto y la expresa con las formas literarias tradicionales. Muchos cua­dros agrestes, sorprendidos y reproducidos con verismo, se abren paso en medio de la gravedad de los mitos y de las senten­cias, con tonos nuevos, que quedarán como ejemplares para la poesía geórgica.

Y en realidad, cultura y literatura eran en aque­llos tiempos cosas menos alejadas de la vida. Con todo, Los trabajos y los días no deben ser considerados según a veces se opina, como un poema didascálico sobre los trabajos de los campos, sino más bien como una meditación personal acerca de los problemas de la vida social y especialmente el de la justicia, y constituye un precioso testimo­nio del pensamiento griego en los comien­zos de su historia. [Trad. española de Mi­guel Jiménez Aquino (Madrid, 1912). Existe otra versión castellana de Germán Gómez de la Mata (Valencia, s. a.) traducida del francés].

A. Brambilla

Hesíodo, el poeta de los artesanos. (Alejandro Magno)

Hesíodo fue un romano entre los griegos. (Gomperz)