[Els emigrants]. Drama en tres actos del escritor catalán estrenado en Tarrasa el 24 de junio de 1916. Intervienen veintiséis personajes y gente del pueblo. Representa la pugna entre dos generaciones en un caserío montañés. Los padres esperan siempre, como un maná celeste, la gran cosecha que les libertará de su auténtica servidumbre de la gleba. Los jóvenes, ya desengañados, aspiran a una forma de vida más remuneradora y más libre.
El drama se centra en torno a la familia de Jacob, el patriarca del pueblo, cuyo hijo Martí emigra a pesar de la oposición de aquél. Poco a poco los jóvenes van convenciendo a sus padres, y a pesar de los esfuerzos del párroco mosén Mateu, que intenta en vano conseguir subvenciones oficiales, y de las súplicas de Jacob, el pueblo emigra en masa. Sólo se quedan el vagabundo Llorenç, el párroco y el anciano patriarca que quiere morir en la tierra de sus mayores. La obra, escrita con un notable sentido de la dinámica teatral, tuvo al ser representada poco éxito por estimarse que el tema que plantea no era todavía un problema digno de ser llevado al teatro, pero modernamente es ya una realidad insoslayable en diversas regiones españolas.
A. Manent