La Voluntad y el Bien, Giovanni Amendola

[La volon­tà è il bene]. Colección de escritos filosó­ficos de Giovanni Amendola (1882-1926), que comprenden el largo ensayo que da título al libro, completado con tres notas: «La voluntad y los fines», «Moralidad y voluntad», «Maine de Biran».

Estos escritos fueron ordenados y publicados en Roma en 1911. La investigación de Amendola tiende a establecer los fundamentos de una moral formal y autónoma. Este doble ca­rácter de la moral ha sido una gran contri­bución traída a la filosofía por Kant. La esencia de la moral no es dada por este o aquel contenido de ella, de este o aquel fin que se quiera conseguir, sino por la «buena voluntad», que es ley de sí misma, independientemente de los objetos de la volición. Pero el dualismo entre razón teó­rica y razón práctica, que es propio de su pensamiento, le conduce a atenuar el alcan­ce del nuevo principio introducido por él. La especulación posterior, de Fichte a Blon­del y a Croce, ha tendido a superar la anti­nomia de intelecto y voluntad, de lógica y práctica.

En esta dirección Amendola alcanza las consecuencias extremas, afir­mando y demostrando que para conducir la teoría de la voluntad autónoma como fundamento de la moral a una forma rigu­rosa y coherente, es necesario establecer el principio de que la voluntad es ella misma el bien. La novedad de esta teoría respecto a las demás — hasta las de valor formal — es que éstas buscan en qué se diversifica la acción buena de la acción mala, mientras la tesis de Amendola elimina esta presuposi­ción, negando la existencia de acciones malas (establecida la relación entre volun­tad y acción). El mal no está contrapuesto al bien, sino que más bien se halla «fuera del bien»; y no es, ni en el verdadero sen­tido, una acción (producto de la voluntad), sino una «pasión», una fuerza moral, ex­traña a la conciencia, que se sobrepone a ella. Este ensayo, de profunda y severa concepción, fue el punto culminante a que llegó el pensamiento filosófico de Amendola. Poco después entró en el periodismo militante y luego en la vida política.

M. Vinciguerra