[Il rinnovamento della filosofía in Italia proposto dal C. T. Mamiani della Rovere ed esaminato da A. Rosmini–Serbati ]. Es una de las obras más importantes de Antonio Rosmini-Serbati (1797- 1855), publicada en Milán en 1836.
La ocasión se le ofreció a Rosmini a causa de la publicación de la obra homónima de Mamiani (París, 1834), en la cual, en el capítulo XI, éste hace algunas críticas de la teoría rosminiana del conocimiento, y más concretamente: la no legitimidad del paso «de la idea del ser y del concepto de la realidad a las mismas realidades». Además Mamiani no considera necesario que la idea del ser sea innata y considera el sistema rosminiano como un sistema subjetivista. Mamiani entendía mal en varios puntos a Rosmini, quien se complace en defenderse, a veces con excesiva vivacidad. Mamiani replicó a Rosmini con Seis cartas de Mamiani al abate Rosmini a propósito del libro titulado «La renovación de la filosofía en Italia», pero sin decir nada nuevo. Mamiani, en las Confesiones de un metafísico (v.), tuvo que confesar que se sentía «obligado y agradecido» a Rosmini por las «palizas», que le habían hecho retorcerse y contraerse «un poco dolorosamente».
Pero la polémica con Mamiani no es la parte más importante de la obra, cuyo mayor interés reside en las aclaraciones que Rosmini encuentra manera de hacer sobre la naturaleza y el origen de las ideas. Desde este punto de vista La renovación puede considerarse como un comentario al Nuevo ensayo (v.). Esta obra se prestaba — y las críticas de Mamiani y de Gioberti lo demuestran— a acusar a Rosmini de subjetivismo o de psicologismo; aunque las relaciones entre gnoseología y oritología, entre psicología del conocimiento y metafísica, sean constantes y patentes, La renovación fija mejor estas relaciones y los nexos entre gnoseología y ontología. Desde este punto de vista, la obra es importante en cuanto toca el punto sensible de la problemática rosminiana y contribuye a dar, por un lado, junto con el Nuevo ensayo, y por otro, con las obras principales de filósofos morales y la Teosofía (v.), aquel organismo compacto que es el sistema de Rosmini, centrado en el ser en sus tres formas de idealidad, realidad y moralidad.
La renovación está dividida en tres partes: la primera trata de la cuestión 13el origen de los conocimientos y del problema de su certeza; la segunda y la tercera se ocupan de las dos cuestiones separadamente. En ella encontramos aún una importante exposición de la filosofía de Santo Tomás, el concepto que tiene Rosmini de la filosofía italiana, que ensalza, y de su tradición, en la que injerta su pensamiento, y una forma literaria más fluida y cuidada que en otras obras suyas, especialmente cuando el discurso se convierte en diálogo. Se nota en La renovación cierto matiz dramático: Rosmini toca problemas vitales de su pensamiento, y sobre todo el que no sólo es el más espinoso, sino que constituye también el alma y la actualidad del rosminianismo: una gnoseología que es al mismo tiempo metafísica. Así, pues, por un lado aceptación de la gnoseología apriorística propia del pensamiento moderno desde Descartes hasta Kant, y por otro posición rigurosamente metafísica (realista y tomista). No una contra la otra, sino una y otra entroncadas en un poderoso intento de revivir la metafísica tradicional en el ámbito de la especulación moderna, y de satisfacer las exigencias de ésta, manteniendo inconmovible el espíritu de la filosofía del ser.
M. F. Sciacca
Como escritor, a Rosmini le falta fantasía y calor, es analítico, minucioso más que sintético. No es que le falte rigor de síntesis: al final sabe recoger en una conclusión los hilos dispersos; pero antes de llegar allí, os encontráis con un gran desmenuzamiento de casos, de reglas, de citas y de textos que estorban y fatigan. (De Sanctis)