Obra del historiador español Agustín de Zárate (1492-1560), escrita con ocasión de haber sido nombrado (1543) contador de mercedes de dicha región y Tierra Firme, yendo allí en la escuadra que condujo al virrey Núñez Vela. Era el tiempo en que ardían las guerras civiles y Zárate juzgó de interés narrarlas, tomando la relación desde el descubrimiento y conquista, previas algunas noticias anteriores del país; alcanza la Historia hasta la muerte de Gonzalo Pizarro, con la consiguiente pacificación lograda por La Gasea. El autor — que desempeñó altos cargos políticos, no sólo en América, sino en España y en Flandes — muestra un notable dominio del oficio literario; escribe con método y claridad, con mucha galanura de lenguaje y estilo. Se ha llegado a decir — Vedia, uno de los editores de la obra — que es ésta «uno de los monumentos históricos más bellos (quizá el primero) de nuestra lengua». En cuanto a documentación, él nos informa de que lo principal del descubrimiento lo tomó de Rodrigo Lozano, vecino del Trujillo peruano, y de otros que lo vieron. En lo siguiente, incluso en la parte de los sucesos que podía conocer por sí mismo, ha comprobado Jiménez de la Espada que usó de un manuscrito que perteneció a La Gasea. Se ajusta, pues, la obra al frecuente modelo de las que hombres cultos redactan sobre materiales ajenos, poniendo en su buena composición todo el esfuerzo que los investigadores emplean en allegarlos. La Historia la imprimió (1555) por orden de Felipe II, príncipe aún, que leyó el original en su viaje a Inglaterra; el autor la mantenía inédita por el riesgo que entrañaba publicarla cuando aún vivían los actores de los sucesos.
B. Sánchez Alonso