[Storia dell’Italia in continuazione a quella del Guicciardini]. Obra de Carlo Botta (1766-1837), publicada en París en 1832 y, con adiciones y enmiendas, en 1839 y 1843, con la que el autor trató de enlazar con Guicciardini, no sólo cronológicamente, reemprendiendo el relato donde aquél lo dejó, sino con el declarado propósito de restaurar sus cánones historio gráficos y su objetiva veracidad. La Historia, sin embargo, fue severamente criticada desde su aparición. Pues, si no era difícil enlazar con Guicciardini. en la forma más extrínseca (Botta, en cincuenta libros, llevó el relato desde la muerte de Clemente VII (1534), hasta los principios de la Revolución francesa (1789), donde empieza la otra Historia de Italia (v.), no era tan fácil demostrar los fallos de los historiadores de aquellos dos siglos y medio sin recurrir a los archivos y a un superior criterio historiográfico. Además, la historia de Botta justificaba plenamente la crítica de Gioberti que decía que había escrito «no para la posteridad, sino para sus antecesores», y es sabido que Botta mismo se burlaba «del investigar en los archivos», considerándolo como un trabajo inútil. Al no mirar, pues, la historia como una ciencia, y al no haber efectuado «las múltiples investigaciones que constituyen el testimonio de los siglos», como observó Tommaseo, la obra de Botta, aceptada durante algún tiempo por sus méritos estilísticos, pronto reveló su íntima debilidad y cayó lentamente en el olvido.
G. Franceschini