Novela del escritor uruguayo Eduardo Acevedo Díaz (1851- 1924), publicada en 1893, que consolida su epopeya en prosa del ciclo emancipador, completándola en 1914 con Lanza y sable. La cruzada de 1825 es el fundamento histórico de la novela. La naturaleza y el medio social, con algunas intencionadas incursiones en el campo de las tendencias políticas que se diseñaban ya en el panorama nacional, dan los elementos de este relato. Entre los personajes reales ocupa el primer plano el general Lavalleja. De los tipos imaginados, sobresalen Luis María, Cuaró y la soberbia figura de amazona personificada en Jacinta. La pintura más viva y patética de Grito de Gloria está en la descripción de la batalla de Sarandí, donde la prosa de Acevedo Díaz comunica al lector, sin artificios verbales, en frase clara y directa, la sensación del suelo trepidando cuando, con los sables relampagueantes al sol de octubre, las caballerías gauchas, con Lavalleja al frente, acuchillan y dispersan a los disciplinados escuadrones enemigos, que huyen ante las cargas decisivas consumadas a la voz categórica de «carabina a la espalda y sable en mano». En aquel lance definitivo, que decide los destinos de la patria naciente, Jacinta, junto al caliente cadáver de Luis María, percibe a lo lejos los regimientos en desorden, «caballos sin jinete, cuerpos hacinados entre los pastos, galopes furiosos, ecos de cornetas que semejaban aullidos de pavor». Por allí dos ejércitos van pasando…
A. D. González