[Fuga del gatto]. Composición para clavicémbalo de Domenico Scarlatti (1685-1757), publicada por vez primera en la colección de Ejercicios para clavicémbalo (v. Sonatas para clavicémbalo) que el autor dedicó, alrededor de 1729, a la Princesa de Asturias. En el original, la pieza lleva solamente la indicación «moderato»: el título con que hoy es popular ha nacido de la leyenda de que el tema principal le fue sugerido a Scarlatti por las notas que tocó casualmente un gato que paseaba sobre el teclado de su clavicémbalo; anécdota debida probablemente al aspecto extravagante del tema, que se mueve con intervalos algo insólitos. Las voces que entran en la «exposición» de la fuga son cuatro; sin embargo, más tarde, la polifonía alcanza sólo episódicamente este número de partes. No hay que buscar aquí un estilo complejo y profundo como el de un Bach; no obstante, también ésta es polifonía, adecuada al estilo clavicembalístico de Scarlatti, que tiende generalmente hacia lo conciso, lo rápido, comúnmente definido como «estilo brillante» scarlatiano. Especialmente notable es la modernidad armónica de la fuga, dada en parte por las continuas modulaciones, aunque en el espacio de pocas tonalidades (la principal de la pieza es sol menor, pero, como se solía hacer por aquel entonces, con un único «bemol» en la clave). La técnica clavicembalística (aplicable al piano moderno) es más bien extraña, por la abundancia de pasos de notas dobles y el movimiento rápido y sin descanso. En el desarrollo de la fuga, el tema aparentemente retorcido se desata y se clarifica creando un conjunto armónico y animado por el característico y brioso fuego de Scarlatti.
F. Fano