Fabulario, Sebastián Mey

Con este título se publicó en Valencia, en 1613, una colección de cuen­tos, sucesos, dichos, pequeñas narraciones, etcétera, de la que es autor Sebastián Mey, hijo de un docto profesor de griego de la Universidad de Valencia, Felipe Mey. Se trata de un libro excelentemente escrito (hay edición moderna en la «Nueva Biblio­teca de Autores Españoles», tomo XXI), constituido por cincuenta y siete capítulos. Un gran número de ellos son de ascenden­cia esópica («El lobo, la raposa y el asno», como ejemplo preciso), otros ya los encon­tramos en el Calila (v. «El verdadero y el mentiroso»), y otros son de origen italiano. Sin embargo, Mey, aun en los casos en que la traducción de un original italiano es muy visible, sabe adornarla con- multitud de da­tos y detalles que dan a la narración un claro aire español. Así ocurre, por ejemplo, con el cuento 53, «La prueba de bien que­rer», tomado de las Facedas de Poggio; en esta historia la trama se actualiza gra­ciosamente. También procede de Poggio la 18, «La mujer ahogada y su marido». Hay, además, algunas inspiradas en el Deporto de’ Viandante de Crisóforo Zabatán («El doctor y el capitán», fábula X), en Sanso vino («El médico y su mujer»), y en Tascucio Salernitano («El caballero leal a su señor»). Otras narraciones pueden encajarse muy bien en la tradición oral («El truhán y el asno», «El pintor de retablos»). Todas ellas, sea cual fuere su origen, que­dan admirablemente vestidas por la habi­lidad del autor en darles escenario, aire, movimiento. Mey huye siempre de lo abs­tracto e impersonal. Su libro es de muy sabrosa lectura.

A. Zamora Vicente