La carta atribuida a Jeremías es añadida por la Vulgata (v. Biblia) al libro de Baruc (v.), del cual forma el capítulo VI. Pero es una unión puramente material que resulta de la disposición consecutiva de los dos escritos, del todo independientes entre sí.
En los Setenta y en otras antiguas versiones, la epístola está colocada inmediatamente después de las Lamentaciones (v.) y antes de Baruc. Fue escrita a los desterrados de Babilonia, e insiste en los peligros de la idolatría, demostrando que los ídolos son obras humanas sin vida, cosas insensibles, de ninguna utilidad, impotentes para ayudarse a sí mismos y para defenderse. Esta epístola no se halla en el canon hebreo, sino en las versiones de los Setenta y de la Vulgata latina; la Iglesia católica la considera como libro inspirado canónico.
G. Boson