[Enzyklopadie der philosophichen Wissenschaften in Grundriss]. Exposición sistemática de la filosofía, publicada por el pensador alemán, para uso de sus alumnos en Heidelberg en 1817 y después en una segunda edición casi completamente refundida y muy ampliada en 1827, y en una tercera revisada en 1830.
En la edición de las obras completas de Hegel, publicada por un grupo de eruditos en Berlín desde 1832 a 1845, los volúmenes VI y VII comprenden la Enciclopedia, a cuyo texto original de la citada edición de 1830 se han agregado muchas y largas adiciones, sacadas o de los apuntes de Hegel o de las lecciones que dio sobre diversos temas, hasta el punto de triplicar casi su extensión. Sólo los dos últimos capítulos referentes al espíritu objetivo y al espíritu absoluto carecen de adiciones, porque aquí podía ayudar al lector la publicación de las Líneas fundamentales de la filosofía del derecho (v.) y los cursos sobre la filosofía de la religión y sobre la historia de la filosofía.
Por muy útiles que fuesen estas adiciones para la comprensión del pensamiento hegeliano desde el punto de vista literario, desfiguraron la obra que había sido concebida en forma de compendio, dividida en párrafos, escrita en un estilo vigoroso, lapidario, técnicamente preciso, con notas ilustrativas sobrias y vivaces. A la edición de las obras completas va unida la lección preliminar que dio Hegel en la Universidad de Berlín en 1818, en que defiende los derechos y el valor del saber filosófico en la renovación que se anuncia de la vida y de la cultura alemana: «El valor de decir la verdad, la fe en el poder del espíritu, son las primeras condiciones del estudio filosófico; el hombre se debe honrar a sí mismo, debe sentirse digno del absoluto.
Jamás se ponderará bastante la grandeza y la potencia del espíritu. La esencia del universo no tiene en sí fuerza alguna que pueda oponerse a la audacia del conocer; debe manifestarse y revelarle su riqueza y su profundidad, ofreciéndolas a su alegría». El texto va precedido de tres prefacios, correspondientes a las tres ediciones. El primero explica brevemente la naturaleza de la obra, insiste acerca del carácter sistemático del pensamiento filosófico, criticando, tanto el filosofar rapsódico y discursivo sin conexión dialéctica de los conceptos, como el proceder críticamente escéptico, como, en fin, la filosofía del sentimiento o de la intuición. El segundo prefacio, mucho más extenso, se propone defender los derechos de la filosofía frente al saber asistemático, liberándola de la acusación de promover la idea de una abstracta unidad de los opuestos y, sobre todo, a sostener su valor en el campo de la religión, como plena y absoluta conciencia de lo divino, frente a la religión del sentimiento y sus imprecisas determinaciones conceptuales.
Finalmente, el tercer prefacio, en tono polémico, responde a las acusaciones de la ortodoxia religiosa. Esta obra se inicia con una introducción cuyo intento es el de aclarar la naturaleza del pensamiento filosófico que, en cuanto esencialmente racional, supera la parcialidad de la experiencia, frente a la multiplicidad de la cual la exigencia racional se pone como saber abstracto (metafísica dogmática) de la unidad absoluta y de sus formas. Ante este dogmatismo de la razón reacciona el intelecto (empirismo, ciencias particulares) como conciencia de cada una de las posiciones de la experiencia y de sus relaciones. Pero la razón triunfa también de la abstracta determinación del intelecto y del dogmatismo de sus conceptos; reconoce la relatividad de cada uno de ellos y su relación dialéctica en que se atestigua la movilidad infinita de la experiencia; es sistematicidad dialéctica o filosofía.
Esta definición de la razón como síntesis orgánica y universalmente diferenciada de la experiencia, se desarrolla en la historia de la filosofía, en que cada doctrina vale como un momento de la «philosophia perennis», y se manifiesta en la idea del saber filosófico como sistema general de los principios especulativos. La división del sistema corresponde a los tres momentos que caracterizan la síntesis racional y la ideal; su pura autonomía ideal — la lógica —, su determinación concreta en los contenidos de la experiencia — la naturaleza —; el poder resolutivo de éstos en el acto de la propia libertad — o sea, el espíritu. Sigue a la introducción la exposición de las tres partes correspondientes que en las tres primeras ediciones llevan el título de ciencia de la lógica, filosofía de la naturaleza, y filosofía del espíritu, y en la edición de las obras completas, el de Lógica (v.), Lecciones sobre la filosofía de la naturaleza (v.), Filosofía del espíritu (v.). La mejor edición crítica es la que preparó G. Lasson para los Werke (Leipzig, 1930). [Trad. del alemán por Eduardo Ovejero y Maury (Madrid, 1917-18)].
A. Banfi