[Luí et elle]. Novela publicada en 1859, como’ réplica a la novela Ella y él (v.), en que George Sand narraba la historia de sus amores con Alfred de Musset. Animado de propósitos de defensa polémica, como se dice claramente al final de la obra, el escritor recoge los testimonios de su hermano mayor para manifestar la verdad cuando es denigrada. La intención de la novela es, pues, la de mostrar, a través de las oscuras vicisitudes de una pasión, un carácter maléfico y sensual de mujer, Olimpia de B***, escritora de cierta fama v ávida de aplausos, quiere que los hombres siempre la admiren por su misma despreocupación de amante y de criatura inteligente. Así, abandona al joven Juan Caze y, al conocer en sociedad al rubio y sentimental artista Eduardo de Falconey, se une a él con nueva pasión.
Se dirigen a Italia y, en Nápoles (que corresponde a la Venecia de la realidad), Eduardo cae enfermo. Olimpia, durante la larga enfermedad, se enamora del joven doctor Palmeriello (en quien está evidentemente representado Pagello). Aquí la narración se hace dolorosamente sincera, por las confesiones de Alfred de Musset a su hermano; es trágica la escena en que el enfermo, a quien juzgan moribundo, ve su imagen en el espejito que le colocan sobre la boca para notar si respira. También son amargas las páginas que muestran los amores de la joven y del médico, empezando por el histórico ejemplo de la taza que, en una cena, sirvió para ambos y que demostraba su intimidad.
Él les abandona, hasta que Olimpia se cansa también del doctor y se entrega a una nueva pasión. Después de veinte años, Eduardo relata a su amigo Pedro, con la ayuda de algunas cartas halladas, sus amores con Olimpia, y le encarga que defienda su recuerdo si es necesario. La obra muestra, pues, en la mujer una criatura maléfica, y en el pobre amante, a quien ella hace pasar por loco y maniático para quitárselo de en medio, un inocente. Ciertas páginas, amargamente irónicas, son bastante notables por la inspiración directa del mismo Alfred de Musset.
C. Cordié