Comedia en tres actos de Félix Lope de Vega Carpió (1562-1635), publicada en Madrid en 1616. Sirvió de base para esta comedia una novela de Boccaccio (X. 1). El primer acto comienza con la llegada a España de Roger de Valois, un valeroso sobrino del rey francés, quien se pone al servicio del rey Alfonso, tanto para el consejo pacífico como para la guerra contra los moros. El rey lo envía a combatir. Antes de su marcha, una dama de la corte, Hipólita, súbitamente enamorada de él, le ofrece en prenda una banda azul. Don Tello, caballero del rey, enamorado de la misma dama, siente grandes celos.
Entretanto, el rey, disfrazado, se dirige a la casa de don Tello para encontrarse con Sancha, hermana de éste, de la que está enamorado. Por azar don Tello sorprende a los dos amantes. El encuentro es dramático y no llegan a batirse gracias al digno comportamiento del rey, que no queriendo provocarle queda mudo e inmóvil como una estatua, hasta que bruscamente se aleja. Don Tello, decidido a vengar su honor, encierra a Sancha en una torre y con alusiones veladas hace comprender al rey que lo ha reconocido. El rey concede grandes mercedes a los valientes que regresan de la guerra; entre ellos se halla Roger, pero éste espera en vano una recompensa. Le llama el rey aparte, y en reconocimiento de su valor le encarga que le sirva de escolta y guardia cuando se traslade a visitar a Sancha en la torre. En el segundo acto, el rey, para calmar a Tello, le promete que hará que Sancha se case con Roger y le promete a él Hipólita. Después, distribuye premios y recompensas, olvidando por segunda vez a Roger. Sigue una dramática escena entre Sancha, que espera un hijo del rey, y la esclava Zelima. Hipólita, que juzga traidor a Roger, bromea con Tello para provocar los celos; este último reclama a Roger la banda que le diera Hipólita y terminan retándose a duelo. Don Tello muere cuando está a punto de celebrarse el duelo, porque Sancha le ha envenenado, no queriendo partir y dejar al rey, como su hermano le había impuesto.
Llega la noticia de que Ñuño Alfonso, el gran general, ha muerto en una batalla; el rey dispone que le sustituya Roger. En el tercer acto vemos el retorno victorioso de Roger de sus empresas contra los moros, pero la ingratitud del rey parece obstinarse contra él, ya que también en esta ocasión se le niega el premio esperado, mientras a las damas de la corte se les distribuyen joyas y castillos. Roger, amargado, decide volverse a Francia y pide licencia al rey. Éste ha comprendido por fin el descontento del caballero y prepara su juego. Parte Roger y el rey hace que lo acompañe don Fernando, su mensajero secreto, el cual deberá escuchar y contar después lo que Roger diga acerca de él. Pero Roger, que es muy prudente en el hablar, tan sólo una vez deja escapar una censura a la ingratitud del rey. Entonces, don Fernando, siguiendo los mandatos reales, le ordena que vuelva a la corte. Al cabo, el rey justifica su ingratitud explicando al caballero que su infortunio es causado únicamente por su mala estrella. Y se lo demuestra con una prueba tangible: le presenta dos cofres, uno lleno de joyas y el otro vacío, y le ordena que escoja. Roger elige el cofre vacío, y el rey, para recompensarle entonces de una vez, le da el que está lleno de joyas, junto con Hipólita como esposa.
Esta comedia, siguiendo las huellas de la novela de Boccaccio, pretendió exaltar la sagacidad demostrada por un rey en la justificación de su presunta ingratitud hacia un fiel y valeroso caballero. Pero el motivo inspirador no está desenvuelto (lo expresa casi literalmente tan sólo en las últimas escenas); esta vez, Lope ha creado un drama pesado y poco unitario, en el que tan sólo en algunos momentos surge el arte en relámpagos de poesía profunda y delicada.
S. Biancalani
Si hubo alguna vez un poeta al que su patria no solamente debe un drama sino una literatura dramática completa, éste fue indudablemente Lope de Vega. (Schack)