Comedia española, en tres actos y en prosa, de los hermanos Serafín (1871-1938) y Joaquín (1873-1944) Álvarez Quintero, representada por primera vez en 1906. En la vieja casa solariega de los marqueses de los Arrayanes, la austera doña Sacramento vive con su triste administrador don Elias; su hijo Julio sólo se deja ver cuando las deudas de su vida derrochadora le impulsan a bucear en la casa materna. La alegría está rigurosamente desterrada de la casa de los Arrayanes hasta el momento en que llega a instalarse el genio alegre, Consolación, sobrina huérfana de la marquesa, que trae su optimismo revolucionario y travieso, sus flores, sus canarios, su loro y la sonrisa seductora de su criada Coralito. Un aire nuevo entra en la austera morada: la marquesa y su administrador, luego de haberse escandalizado, se convierten a la doctrina de Consolación, que puede resumirse en su grito: «Alegrémonos de haber nacido», y el desenfrenado marqués Julio encuentra en la belleza y en la alegría- de la prima los motivos de una conversión profunda. El motivo no es nuevo en el teatro europeo del siglo XIX, pero la interpretación que le dan los hermanos Quintero, densa del colorido y los perfumes del campo andaluz, hacen singulares la comedia y sus tipos.
A. R. Ferrarin