[The Christian Examiner]. Con este título se recogen algunos escritos publicados en 1826 por William Ellery Channing (1780-1842), teólogo y reformador americano. Su importancia está relacionada con el movimiento religioso llamado «unitarianismo», que, aparecido en Europa, se desarrolló en la segunda mitad del siglo XVIII en América, donde, tras larga controversia, logró afirmarse, precisamente por obra de Channing.
Sus principios religiosos, en parte derivados de la Racionalidad del Cristianismo (v.) de Locke, son fundamentalmente los mismos de la Reforma: la revelación y la razón, le han sido dadas al hombre para dirigir su propia conducta y están siempre, necesariamente, de acuerdo. Cuando la Escritura y la razón parecen contradecirse, el texto sagrado debe interpretarse prudentemente conforme a la naturaleza y la razón: lo misterioso y lo sobrenatural no pueden ser caracteres de la Escritura, tampoco, naturalmente, de la religión. Estas premisas convierten a Channing en un racionalista cristiano, opuesto a la autoridad de la Iglesia y de la tradición, pero no en filósofo «deísta»; por el contrario, conserva una profunda veneración por la Escritura, convencido de los límites de la razón humana a la que escapan las cuestiones supremas sobre la inmortalidad del hombre y el destino humano.
En un escrito incluido en la colección, titulado «Pruebas del Cristianismo» y dirigido a los fieles de todas las comuniones religiosas» Channing resume con diligente precisión, las pruebas naturales de la religión y los argumentos que la razón no puede rechazar sin negarse a sí misma. Tales pruebas están en gran parte contenidas en el Nuevo Testamento.
D. Zeboni