Tragedia en cinco actos y en verso, del poeta español estrenada en 1801. Enrique arrancó a su hermano Eduardo el ducado de Viseo, y tiene presa en un castillo a su sobrina Matilde, sin revelarle el secreto de su nacimiento. El usurpador está enamorado de Matilde que es el vivo retrato de Teodora, mujer de Eduardo, y cuando llega a saber que ella ama al joven conde de Orén, lo manda aprisionar. Pero Ataide, guardián de Matilde y de su enamorado que sigue siendo fiel en su corazón al duque legítimo, libera al conde y revela a la joven que ella es Violante, hija del verdadero duque Eduardo, que, contrariamente a lo que cree Enrique, sigue viviendo.
Los espectros de sus víctimas atormentan a Enrique en sueños y, cuando Ataide le revela que su hermano no ha muerto, espera su perdón. Pero en cuanto se entera de que el conde de Orén está a punto de asaltar su castillo, somete a tortura a Ataide para conocer el escondrijo de Eduardo e impone a Matilde que se case con él, bajo pena de muerte. La joven rehúsa y es encerrada en una celda junto a la del padre, que la reconoce. Los dos hermanos se encuentran y Eduardo reprocha al usurpador sus crímenes.
Este ordena matar a Matilde; él no consiente en dársela por esposa y está decidido a sacrificar la vida de su hija, cuando el conde de Orén, llegando a tiempo con sus hombres, libera a los presos. Enrique, perdonado por su generoso hermano, sale para el destierro. La tragedia está construida al modo de Alfieri, pero la truculenta inverosimilitud de la trama, que deriva del mediocre drama de Matthew Gregory Lewis El espectro del Castillo [The Castle Spectre], no permite una serena representación de situaciones, caracteres y pasiones.
A. R. Ferrarin