Comedia en cinco actos y en verso, representada en 1616 y publicada en 1631. Es una sátira contra los azotes de la sociedad de su tiempo, cual eran los promotores de monopolios («projectors») y los pretendidos exorcistas de espíritus malignos. Las figuras centrales son el «projector» Meercraft y el rico patán Fitzdottrel. El truhán pone en práctica varios sistemas corrientes de estafa para conseguir el éxito, especialmente especulaciones imaginarias (promete a Fitzdottrel hacerle duque de Tierrasumergida, «Drowndland», y acometer así un proyecto suyo de colonización), pretendidas soluciones de litigios utilizando las leyes del duelo (el Tribunal de los Litigios Pendientes), y pretendidas obsesiones diabólicas.
Cuando Fitzdottrel descubre que ha transmitido su propiedad a quien no debía, consiente en fingir que está endemoniado, y con el simple fraude de extraviar los ojos y dejar caer la baba engaña a un juez. Pug, un diablo subalterno al que Satanás ha dado consentimiento para que pruebe lo que se puede hacer con la maldad humana en un día, se ve completamente burlado por las bribonadas de los hombres y termina en la prisión. El drama, que repite el motivo del diablo engañado, motivo que después de pasar por los «misterios» medievales (el diablo apaleado por el Vicio, a modo de intermedio) lo hallamos en el Cuento del diablo que tomó mujer de Maquiavelo (v. Belfagor) y en dos dramas de la época isabelina anteriores al de Jonson (dramas de Haughton y de Dekker), no es muy coherente, pero demuestra la conocida riqueza inventiva y, al menos en una escena de amor, una insuperable virtuosidad lingüística.
Una de las escenas más logradas es la tercera del acto tercero, en la que el embaucador llega a entusiasmar a su vacilante víctima, exponiéndole el funcionamiento del Tribunal de los Litigios Pendientes, hasta que Fitzdottrel se apresura a colocar dinero en el proyecto.
M. I’RAZ
Comedia, que si bien no es la más lograda de sus obras, es, desde luego, la que da mayores pruebas de su genio. (Macaulay)