Obra de Ramón Gómez de la Serna (n. 1888). Apareció la primera edición en 1926. Después ha sido reeditada muchas veces y traducida al italiano y al francés. Esta traducción — la francesa, hecha por Adolphe Falgairolle — lleva un prólogo de los famosos clowns hermanos Fratellini, reproducido en la edición española de 1943, tras la introducción del hermano del autor, Julio Gómez de la Serna. Para éste la obra es una auténtica «Enciclopedia del Circo», escrita por un veterano del oficio, por un verdadero cronista del espectáculo. Como tal se consideró y se considera Ramón, sobre todo a raíz del acto que tuvo lugar en 1923, en el Gran Circo Americano, cuando el escritor leyó unas cuartillas desde un trapecio y recibió el homenaje de los artistas de la pista. El Circo es un libro extraordinario, juzgado, sobre todo, desde la perspectiva de su adecuación con el tema tratado en sus páginas. Hay en éstas, efectivamente, el mismo agilísimo ritmo, el mismo color, alegría y variedad de un buen espectáculo circense. Ramón ha sabido trasladar a su libro el tono exacto, el ademán, la gracia y la pirueta de un maravilloso mundo: los clowns, las amazonas, los ciclistas, los domadores y las fieras, los trapecistas y funambulistas, los magnetizadores, los hombres serpientes, etc., desfilan por la pista literaria que el escritor ha montado en su libro, presentados en su más poética y bella dimensión, vistos desde la profunda simpatía y el contagioso humor de Ramón, hechos más «números de circo» que nunca. La «greguería» ramoniana — la más acrobática y circense de las prosas — encuentra en este libro ámbito idóneo para su ágil expresión, su desconcertante salto de titiritero. Y no sólo aparece en El Circo el mundo de la pista, sino también el del público, los carteles circenses, la orquesta, las sesiones infantiles, etc. En el «Epílogo» evoca Ramón algunos famosos números históricos: Rico y Alex, Pompoff y Thedy, los Pérezoff, etc.
M. Baquero Goyanes