[O Cagador de Esmeraldas]. Breve poema del poeta brasileño Olavo Bilac (1865-1918), en el que con impecable forma y riqueza de imágenes e inspiración, se canta la epopeya de los exploradores paulistas, los intrépidos «bandeirantes» del estado de Sao Paulo, que atraídos por el espejismo de las fabulosas riquezas ocultas en las inexploradas selvas vírgenes, comenzaron, solos o en pequeños grupos, la busca de diamantes y esmeraldas, abriendo así el camino a la civilización. Sobre sus huellas, siguiendo los senderos por ellos abiertos, surgieron aldeas, alquerías y pueblos, que más tarde se fueron transformando en las populosas ciudades del Brasil actual. Uno de estos adelantados es el héroe del poema, y Bilac lo presenta presa de su sueño. Avanza venciendo los obstáculos naturales de todo género, resistiendo a todos los esfuerzos; al calor oprimente, a la sofocación, a la sed devoradora, al hambre, a la fatiga; dominado y sostenido sólo por el ansia de conquistar el yacimiento precioso; terminando alucinado y delirante, víctima de la fiebre amarilla que lo abate y lo mata. Moribundo, se le aparece la esmeralda maravillosa que irradia su esplendor fascinante, y en el delirio último, ve a los hombres adentrarse por el sendero que él designó, abrir caminos practicables, plantar tiendas, sustituir la selva virgen por campos de labranza, levantar casas, escuelas, hospitales, tribunales; crear, en suma, la ciudad que dará gloria y riqueza a la tierra natal. Olavo Bilac es un poeta realmente nacional, y a pesar de su cultura y educación intelectual por completo europeas, en su obra bulle el pueblo brasileño en el giro nervioso de sus frases, en el capricho y en el fausto de sus imágenes brillantes y sugestivas.
G. A. Magno