[Bánk bán]. Tragedia húngara de carácter histórico en cinco actos y en verso, de József Katona (1791- 1830), compuesta en 1815 y publicada en 1819. Su tema es un conocido episodio del reinado de Andrés II (siglo XIII), narrado por muchos cronistas y argumento de un drama de Hans Sachs, y de obras italianas, alemanas, francesas e inglesas. El rey Andrés antes de partir para la guerra a Galitzia, confió el gobierno del país al ban Bank, conde palatino. Durante la ausencia de éste, que recorre el país para aliviar los sufrimientos del pueblo, la reina Gertrudis de Merania dispone de los altos cargos del reino en beneficio de sus parientes y de sus cortesanos alemanes. Ella parece incluso disculpar al hermano Otón, hombre libertino y corrompido quien, enamorado de Melinda, la bella y fiel esposa de Bank, trata de seducirla con la ayuda del pérfido Biberach. Los nobles magiares, descontentos y contrarios a las ideas extranjeras, capitaneados por el intransigente Pe- tur, fraguan un complot contra la reina. Bank, de regreso a la Corte, se ve precisado a mantener el orden y defender su hogar. Se dirige a casa de Petur, donde los conspiradores se reúnen, y les convence de que esperen la vuelta del rey y no usen la violencia contra la reina. Pero llega Biberach y revela a Bank que Melinda ha sido ultrajada por Otón.
Loco de dolor, Bank se precipita contra su mujer; pero ésta, forzada gracias a un somnífero que Biberach le hizo tomar, ha enloquecido. El palaciego se debate entre su deber de súbdito fiel al rey y el deseo de venganza. Pero lo que le cuenta el campesino Tibor y los sufrimientos del pueblo deciden a Bank: sus enemigos son los enemigos de la patria. Bank pide a la reina que se haga justicia; pero ésta contesta desdeñosamente al palaciego, a pesar de conocer las faltas de su hermano. En aquel preciso instante entra Otón, quien ha matado a Biberach, testigo de sus delitos, y Bank clama contra los enemigos de la patria. La reina, ofendida en su orgullo, intenta agredir a Bank con un puñal. Este le arrebata el arma y vuelve hacia ella su furor. Bank no pide remisión al rey que vuelve convencido de haber obrado con justicia; pero cuando sabe que antes de morir, Biberach ha confesado su culpa y la inocencia de la reina en el ultraje a Melinda; y cuando Tibor le pone ante él a su esposa muerta, su fortaleza se desmorona cayendo sobre aquel cuerpo helado: «En toda la creación no hay más vencido que yo, / No hay más huérfano que mi hijo». Ban Bank es la cima más alta de la literatura dramática húngara. En esta tragedia se funden de una manera admirable la influencia de Shakespeare y el espíritu magiar. Bank muestra en algunos rasgos gran parecido con Hamlet y Otelo; pero especialmente shakesperiana es la fibra dramática, clara y potente.
* De la tragedia, Béni Egressy hizo un libreto para la ópera Bank bán, con música de Ferenc Erkel (1810-1893), representada en 1861.
* Una de las más conocidas variantes es la tragedia histórica en cinco actos Un fiel servidor de su señor [Ein treuer Diener seines Herrn] del poeta austríaco Franz Grillparzer (1791-1872), representada en 1828. Después de la primera representación el emperador envió al poeta el presidente de la policía conde Sedlnitzkg para manifestarle que a Su Majestad le gustaba tanto el drama que deseaba adquirirlo para su exclusivo uso personal; a fin de compensar los perjuicios que derivaran al poeta por el hecho de retirar el drama de la escena, Su Majestad estaba dispuesto a pagar la suma que el poeta señalara. Éste rehusó. Tras algunas representaciones, el drama desapareció de la escena del Burgtheater durante treinta años. El rey Andrés, antes de dejar su país para una expedición militar, elige, para ayudar a la reina Gertrudis en el gobierno, a uno de sus consejeros, el viejo ban Bank (designado en el drama con una sola palabra: Bankbanus). La reina, mujer soberbia y superficial, que adora ciegamente a su hermano — el príncipe Otón de Merano —, no pone obstáculos a su ligera conducta. Otón persigue a Erny, la joven y bella esposa de Bank, y, rechazado, le pide una entrevista. Gertrudis, conocedora de las reales intenciones de su hermano pero demasiado débil para oponerse a ellas, se presta a secundar la intriga. Otón intenta raptar a Erny por la fuerza; pero ésta se mata. Bank salva de la venganza de los suyos a la reina y a Otón y cuando ella durante la fuga muere, salva a su hijito Bela. Entonces su familia incita al pueblo a la rebelión y persiguen al príncipe y al niño escondidos en el bosque. A su vuelta el rey encuentra el país en plena revolución y se dispone a tomar la ciudad por la fuerza, cuando Bank se presenta ante él con los cabecillas de la conjuración arrepentidos, implorando clemencia para ellos.
La ira del rey se calma al abrazar al pequeño Bela; los rebeldes son castigados tan sólo con el exilio, y Otón con la pública confesión de su culpa, rehabilita la memoria de Erny. El motivo fundamental de la tragedia es exaltar la lealtad hacia el rey. Y el reproche que se le ha hecho al autor, en épocas de especial fervor «contra los tiranos», de haber creado la apología de un débil servilismo no es justo: de hecho, el héroe fundamenta esta fidelidad en la ética, su fidelidad es la devoción al estado — por encima de cualquier sacrificio personal — como imperativo interior para quien ha aceptado dar al estado la propia obra; y así se concilia con su libre conciencia que dirige severas palabras de censura tanto al rey como a los poderosos. De este modo, la figura del protagonista adquiere una lógica que justifica su aparente frialdad de sentimientos y que no deja de tener cierta grandeza en su «tono de resignación». Cierta propensión al realismo en la descripción de los personajes nos revela la influencia de Lope de Vega.
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