[Il registraturi]. Es la obra más importante (Zagreb, 1888), del novelista Ante Kovacic (1854-1889) y sin duda una de las obras maestras del Ochocientos croata. Enfrentándose con un problema bastante vivo en aquellos tiempos, es decir, la formación de una nueva clase ciudadana y burguesa por parte de los jóvenes aldeanos salidos de la escuela y de los seminarios, Kovacic, hijo de aldeanos de Zagorje, trata, con colores ya románticos, ya nostálgicos, ya violentos e irónicos, la vida de un aldeanito de Podgore, Ivica Kicmanivic, quien, arrancado de su ambiente e impulsado a los estudios, que hace con fervorosa voluntad e inteligencia, agota sus energías, en la lucha contra las dificultades y contra el ambiente falso y corrompido de la ciudad; caído en un empleo de archivero, definitivamente desanimado y traicionado en sus afectos y ambiciones, tras tantas fatigas y esperanzas, se vuelve loco y muere en el incendio del archivo provocado por él. El asunto, relatado con verdadero empeño narrativo, sobresale en las páginas que evocan la serena infancia de Ivica y en las partes en que el drama permite al autor emplear libremente una pintura violenta. El contenido social de esta obra es, por otra parte, más bien reflejo: la novela está basada en la fantasía y la fuerza estilística de Kovacic, que ha empleado sus mejores dotes y la experiencia de toda su obra de escritor llegado ya a la plena madurez.
L. Salvini