Esta novela poética bizantina, escrita en la segunda mitad del siglo XII, es, como dice un subtítulo, imitación de la de Teodoro Prodromo de las aventuras de Rodante y Dosicles (v.) a la que se parece en su construcción y en su desarrollo general. En él se cuentan las peripecias de dos jóvenes, Drosila y Caricles, que son hechos prisioneros por los piratas, y luego separados y, al fin, después de infinitas aventuras, consiguen encontrarse, y hallar a sus padres, que les unen en matrimonio.
De su modelo Nicetas ha sacado la estructura general y algo de la personalidad de los personajes: pero, en lo demás, no se atiene tanto a Prodromo como a su propio gusto y a la imitación de numerosos poetas antiguos. Su tono es más suave, menos tosco que el de Prodromo, y esto se evidencia sobre todo en las cartas de amor, en las descripciones, en las efusiones de sentimientos, temas tratados al estilo de los sofistas. Pero esta gracia, a menudo amanerada, está interrumpida a veces, por descripciones licenciosas, que nos harían recordar a Aristófanes, y pensar en una posible influencia del gran cómico sobre Nicetas, si su escaso ingenio no nos lo hiciese parecer difícilmente posible; recordemos un banquete que se transforma en una especie de orgía presidida por una vieja hetaira borracha. En general, Nicetas salpica su prosa de imitaciones poéticas, y todas sus flores literarias están sacadas de las compilaciones anacreónticas, de las Bucólicas, de la Antología palatina (v.) además de los novelistas de la época imperial. *