Disputa del alma y el cuerpo

Poema fragmentario, de principios del siglo XIII, que pertenece al género de los Debates medievales, igual que Elena y María (v.) y la Razón de amor con los denues­tos del agua y del vino (v.). Fue descu­bierto por don Tomás Muñoz Romero y publicado por primera vez en 1856 por don Pedro José Pidal. El texto del poema aparece como respaldo a una escritura del monasterio de San Salvador de Oña de 1201.

Se han ocupado de él, aparte del primer editor, Wolf, Monlau, y José M.a Octavio de Toledo. En 1900 Menéndez Pidal nos dio el mejor texto en la «Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos» (vol. IV, agosto- septiembre de 1900, n. 8 y 9). En el per­gamino aparece escrito de una tirada y ocupa 18 líneas, quedando interrumpido a mitad de una frase. Su métrica es de pa­reados en versos cortos, con predominio de los de seis sílabas. El tema, que es ya un tópico en la literatura latina medieval y del cual se encuentran muestras hasta el siglo XVIII, es la discusión o disputa entre el alma y el cuerpo de un difunto recién enterrado, que se increpan mutuamente y se achacan el uno al otro los pecados come­tidos durante la vida.

Seguramente está ins­pirada en la obra francesa Débat du Corps et del Ame. Aparte de que el tema se pue­de documentar abundantemente, puede relacionarse también con la leyenda de Ale­jandro, cuando encuentra en el desierto un cadáver. A partir de esta primera muestra el tema estará ya presente en la literatura española, siendo quizá la más importante obra que ha dado El pleito matrimonial del Cuerpo y el Alma de Calderón de la Barca.

A. Comas