[Discorso intomo alie imagini sacre e profane]. Obra publicada en Bolonia en 1582, por «encargo» de Gabriele Paleotti (1522-1597). Se ignoran sus verdaderos redactores, pero lo cierto es que los dos libros de que consta y los demás en proyecto reflejan inmediatamente el pensamiento doctrinal del autorizado prelado, una de las columnas de la Contrarreforma católica, también autor de tratados jurídicos y escritos teológicos.
A los problemas de la nueva estética católica, Paleotti adujo un vivo interés. En 1593 figuró entre los fundadores de la Academia Romana y en Bolonia, donde era cardenal arzobispo, cultivó muchas relaciones con aquel ambiente artístico y en particular con los Carracci (Agostini le dedicó su plano grabado de Bolonia). Junto a él estuvo probablemente Federico Borro- meo, de quien tomó datos para su pequeño tratado De la pintura sacra (v.). Paleotti no se ocupa sólo de resolver dudas teológicas, sino también de encaminar prácticamente a los artistas hacia un arte que esté de acuerdo con los principios sancionados en el Concilio de Trento.
A los artistas —como se ha dicho — los conoce por trato directo; estudia y admira sus obras, está al corriente de sus costumbres y de sus palabras, conoce el Vasari y las demás fuentes literarias de su tiempo. Convencido de la importancia y la misión moral y social del arte, permanece celosamente adherido a la tradición y al rigor conceptual y formal de las imágenes, pero se interesa también por los problemas, por ejemplo, los pertinentes a la proporción. A los dos primeros libros, que tratan minuciosamente del valor de las imágenes (remitiéndose a los Evangelios, a los Padres de la Iglesia, a los decretos de los Concilios) y de las figuraciones eróticas e inconvenientes, habían de seguir un tercer libro con normas para el estudio y la representación de la figura humana, un cuarto libro sobre la iconografía sagrada, y un quinto, sobre la elección de los asuntos en orden a su destino. Esta obra, que se resuelve por medio de un amplia ejemplificación escolástica y académica, tuvo limitada eficacia en el arte boloñés.
C. Baroni