[Dialogo della salute]. Diálogo filosófico publicado póstumo en 1912, junto con las Poesías. Constituye el documento más singular de la psicología del autor. Es una conversación literaria y filosófica, según el modelo platónico, entre Nino y Rico, quienes al abandonar el cementerio oyen que les desea buena salud el viejo guardián. Pero la salud no salva de la muerte; por otra parte, la salud del cuerpo y del alma altera la visión del mundo e invierte los valores de las cosas. Asimismo, si no existe una plena felicidad sin posesión plena, la salud es un bien que un mínimo incidente puede destruir para siempre. Los dos amigos continúan platicando y se preguntan qué es la salud, y si la enfermedad es realmente un mal, así como qué es la muerte. Llegan a la conclusión de que la muerte la enfermedad son fantasmas «inconscientes»: el hombre ama la vida, ante todo, por su excesivo apego a las ilusiones y placeres de los sentidos, cuando todos deberán prepararse para la muerte considerándola como la única cosa que nada puede quitar y lo puede dar todo.
El pesimismo de Michlestaedter se muestra de forma absoluta en la renuncia a toda ley extraña a la espiritualidad. Mediante un razonamiento lucidísimo, y siguiendo las huellas de una metafísica nórdica, llega el autor a la negación de la muerte, que es, por el contrario, fuente de vida verdadera, comienzo del conocimiento completo y meta ideal para el héroe que no teme el misterio. y lo acepta en sus extremas consecuencias. El diálogo, que trata problemas esenciales para todo ser humano, se expresa con un estilo brillantísimo.
C. Cordié