[De virginibus]. Obra ascética y ejemplar en tres libros, escrita por San Ambrosio (3309-397), hacia el año 377 y posiblemente publicada el mismo año. Es la obra más importante del gran obispo milanés — también en la opinión de San Jerónimo — por el dulce fluir de la elocución, por el esplendor de las sentencias y por el profundo sentido de humanidad cristiana que hace deseable el sacrificio.
Desde este punto de vista se opone a un escrito afín de San Cipriano (De los vestidos de las vírgenes, v.), que con pasión ruda y austera trata de refrenar y domar los vicios de la corrupción; Ambrosio usa la caricia. La predicación se dirige a las vírgenes de su grey, a las cuales se unían pías forasteras de Bolonia y Placencia, e incluso de la Mauritania, para tomar el velo sagrado. Son consejos de vida cotidiana, íntima y social, explicaciones de algunos conceptos y de muchos valores, ejemplos de virtud, exhortaciones a la perseverancia en el voto y consejos para profesarlo; la materia, si bien aparece sin ilación, debido a la ruptura natural del pensamiento del orador que observa y penetra en el auditorio, asume una unidad por aquella coincidencia del entusiasmo y la fe con la virtud, mediante la cual comprende y reaviva la tradición pagana, bíblica y paleo cristiana.
Sobre los ejemplos entresacados de su profunda cultura destacan los fragmentos lirico épicos, pero estrictamente cristianos por su sensibilidad, referentes a los martirios de Santa Inés, Santa Pelagia y la virgen Antioquena, éste eficazmente comparado con el suplicio de San Juan Bautista, víctima de la maligna lujuria de Herodias, o a los impíos cultos paganos de Diana e Hipólito, que usurparon el nombre y la gloria de la castidad.
I. Cazzaniga