Daniel Deronda, George Eliot

Novela de George Eliot (Mary Ann Evans, 1819-1880), publi­cada en 1876, última de sus novelas. Gwendolen Harleth, mujer llena de valor y de seguridad, una egocéntrica, es cortejada con insistencia por Henleigh Grandcourt, un violento y egoísta hombre de mundo que aparece como un exquisito gentilhombre. Ella sabe que Grandcourt está ligado a otra mujer de la que tiene descendencia y ha prometido terminar con él toda relación; por ello marcha al extranjero, pero, habien­do sobrevenido la ruina económica de su familia, se olvida de su promesa y consiente en casarse con Grandcourt. Pero el matri­monio es desgraciado. Gwendolen sufre después la influencia de un alma elevada, Daniel Deronda, y tanto más se somete a su guía, cuanto más aumenta la brutalidad del marido, que la inclina a la rebelión y a ideas homicidas.

El origen de Deronda está envuelto en un misterio que luego se esclarece gracias a la atracción que siente por un noble judío, Mordecai, y por su gentil hermana, Mirah: Deronda es también judío. En una excursión en barca de vela, cerca de Génova, que hacen Grandcourt y su mujer, él cae al mar y se ahoga, por haber dudado la mujer en arrojarle la cuer­da de salvamento: Gwendolen se cree cul­pable de la muerte (para el motivo de la muerte en una excursión en barca véase Una tragedia americana de Dreiser, y Rubé de Borgese); no le queda a la mujer más que una esperanza: Daniel. Pero éste ha decidido dedicarse a la causa del sionismo y casarse con Mirah; Gwendolen se deses­pera y luego se resigna. Entre las figuras de segundo orden está el músico Klesmer, al que el genio y entusiasmo artístico re­dimen de otras deficiencias personales. A pesar de las partes logradas la novela se resiente de la tesis propagandista, por ser la autora protectora de la raza judía, cuyos principios éticos admiraba; en conjunto es una obra artificiosa y sus propósitos re­sultan frustrados.

M. Praz