Obra dramática del gran escritor español José Martínez Ruiz (Azorín) (1873-1967). Sabido es que Azorín ha intentado, en un momento de su producción, una renovación del arte dramático. Entre 1926 y 1931, en efecto, su producción escénica alcanzó ocho títulos, sin que pueda decirse que el propósito renovador alcanzara el éxito apetecido. Sin embargo, algunas de sus obras, como Old Spain, Brandy, mucho brandy y Lo invisible quedarán como resultados de gran interés. Cervantes o la casa encantada, obra en tres actos, puede ser también considerada como una pieza extraordinariamente significativa del esfuerzo renovador de Azorín. Víctor Brenes, poeta, explica a su amigo el periodista Durán su extraño estado de ánimo. La vida está llena de un elemento de misterio que no puede reducirse a lógica o a razón. Nuestra imaginación, dice, puede ser el origen de todo este mundo misterioso. El médico que asiste a Víctor Brenes le receta un elixir. Al beberlo, tras una espectacular aparición de rayos y truenos, Víctor Brenes retrocede tres siglos en su existencia. Ya en el siglo XVII, Víctor Brenes conoce a Miguel de Cervantes. «Cincuenta y ocho años. Barba entre rojiza y blanca. El brazo izquierdo y la mano insensibles, inútiles. El caballero parece profundamente cansado…» El diálogo entre Cervantes y Víctor Brenes se desarrolla en lenguaje actual ya que la obra quiere tener precisamente un carácter «intemporal», puesto que «la psicología humana es lo mismo ahora que hace mil años».
G. Díaz Plaja