Título de la primera obra de carácter bibliográfico que vio la luz en el Nuevo Mundo, y que se debió a la laboriosidad de don Juan de Eguiara y Eguren (1696-1763), dignidad del Cabildo metropolitano de la ciudad de México y catedrático en su Real y Pontificia Universidad. Con la mira de desvirtuar ciertas atrevidas cuanto inexactas apreciaciones del célebre deán alicantino don Manuel Martí, acometió Eguiara la empresa de sistematizar la producción literaria y científica de México, así con anterioridad a la llegada de los españoles, como durante el espacio de tiempo comprendido entre los comienzos del siglo XVI y los promedios del XVII. El tomo primero, único publicado, de esta obra, escrita en latín, abarca los autores cuyos nombres de pila comienzan con las letras A, B y C. El resto de la obra, que alcanza hasta la letra J, se encuentra actualmente en la Biblioteca de la Universidad de Austin. Eguiara puso al frente una especie de prólogo, dividido en veinte párrafos o capítulos — que él llamó «Anteloquia» — en los cuales bosqueja el cuadro de la cultura mejicana, tomándola desde los tiempos antiguos. Defecto importante de la Bibliotheca es la determinación de su autor de traducir al latín todos los títulos de las obras, con lo cual se desfiguraron por completo. «A cambio de estos defectos — escribe García Icazbalceta — ofrece la Bibliotheca de Eguiara una ventaja inestimable, cual es la de señalar con puntualidad en cada artículo las fuentes de sus noticias. Así puede el lector ampliar sus conocimientos del sujeto, y aprovechar lo que el bibliotecario no juzgó conducente a su propósito». En cuanto a los Anteloquia, que traducidos por el autor de la presente nota, se publicaron en México (1944), basta pasar la vista por ellos para darse cuenta de que Eguiara supo poner a contribución las fuentes, así indígenas como españolas y de otros países, de que tuvo conocimiento, y entresacó de ellas con habilidad cuanto concernía a su propósito.
A. Millares Carlo