[Barcarolles]. En número de trece, las Barcarolas de Gabriel Fauré (1845 – 1924) fueron compuestas entre 1883 y 1921. En estas composiciones no hay que buscar la particular riqueza y novedad de procedimientos pianísticos que constituyen una de las características de tantas páginas de Chopin y de Liszt, de Debussy y de Ravel. Su importancia dentro de la música moderna reside exclusivamente en la calidad de su contenido musical. En efecto, la sensibilidad de Fauré se revela con acentos más convincentes, en las Barcarolas, en los Nocturnos (v.) y en los Preludios, que en las composiciones de carácter brillante como los Impromptus y los Valses caprices. En las Barcarolas la sobriedad expresiva del maestro francés no le impide expresar una gran variedad de matices líricos y meditativos, mientras que la misma escritura pianística se afirma personal e inconfundible en su simplicidad, ajena a cualquier elemento exterior y decorativo. Las cuatro primeras Barcarolas (op. 26, 41, 42 y 44) son documentos de transición y revelan la tendencia del artista hacia las concretas realizaciones que logrará cuando, junto a la gracia y a la elegancia, halle lugar para una intensa expresividad.
Y, en efecto, encontramos ya una mayor concentración expresiva en la quinta y la sexta Barcarola (op. 66 y op. 70), y mientras la séptima (op. 90) constituye un paso más hacia el abandono definitivo de toda complacencia externa a favor de una versión más directa de su intimidad emotiva, la novena Barcarola (op. 101) y la décima (op. 104) son composiciones a cuya calidad de factura corresponde una singular calidad poética. La personalidad armónica y melódica del músico se manifiesta cada vez más delicada y refinada en la undécima, duodécima y decimotercera Barcarola (op. 105 n. 1-2 y op. 116), escritas en los últimos años de su vida. Consideradas en conjunto, las Barcarolas de Fauré constituyen una recopilación de mérito singular; respondiendo a una unidad fundamental de inspiración, revelan la sensibilidad profunda, el lirismo y la melancólica dulzura de la musa de Fauré.
L. Colombo