Barba Azul, Charles Perrault

[Barbableu]. Cuento de Charles Perrault (1628-1703) (v. Historias y cuentos del tiempo pasado). El tema, del cual es conocidísima variante el Fitchers Vogel incluido en los Cuentos infantiles y del hogar (v.) de los hermanos Jacob (1785-1863) y Wilhem (1786-1859) Grimm, ha inspirado a numerosos artistas y lite­ratos como Tieck (v. Fantasio), Maeterlink (v. Ariadna y Barba Azul) y músicos como Grétry, Offenbach y Dukas. Es una de las más célebres narraciones de Perrault. El hombre con la barba azul tiene en su pa­lacio un cuarto secreto cuya llave con­fía a su esposa con la prohibición de entrar en él bajo pena de muerte. La mujer, du­rante la ausencia de su marido, cede a la curiosidad y una vez dentro, descubre que es la tumba de las esposas anteriormente ajusticiadas y horrorizada deja caer la llave encantada, que queda manchada indeleble­mente de sangre y constituirá la prueba de su culpa ante el marido. Es casi prover­bial el ritornello del terceto formado por Barba Azul, quien a su regreso alborota porque quiere que su esposa baje donde él la espera cuchillo en mano, por Ana la cu­ñada, que está de centinela en la torre, y la desgraciada esposa que, mientras espera la llegada de los hermanos, va repitiendo: «Ana, querida Anita, ¿no ves venir a na­die?». Mientras que para los hermanos Grimm, Barba Azul es un mago malvado y algo necio, que después de asesinar a las dos primeras hermanas se deja engañar por la tercera, y cuya narración está saturada de un tono maravilloso muy infantil, en la historia de Perrault el único trazo prodi­gioso es la mancha de sangre indeleble en la llave encantada. El ambiente en el cual se mueven los personajes es, con sus teso­ros y sus salones de espejos, muy parecido al castillo de Versalles; y la hermosa sal­vada por la intervención de los hermanos, «uno perteneciente a los dragones y el otro mosquetero», es en todo «una señora de alto rango» del XVII francés. [Trad. espa­ñola de J. Coll y Vehí (Barcelona, 1862) y F. de la Vega (París, 1863)].

F. Federici

*   En la historia de Barba Azul se han inspirado innumerables veces los músicos; André-Ernest Grétry (1742-1813) compuso en 1789 una ópera titulada Raoul Barbebleu.

*   Una ópera cómica en tres actos y cuatro cuadros Barba Azul [Barbe-Bleu] de Henri Meilhac (1831-1897) y Ludovic Halévy (1834-1908) fue representada en 1866, con música de Jacques Ofenbach (1819-1880). La trama se aparta de la conocida narración de Perrault. Barba Azul (v.) es un gran se­ñor quien, bajo el incentivo de amores siempre nuevos, se libra sucesivamente de las mujeres precedentes haciéndolas enve­nenar por su químico Popolani. Ahora nos hallamos en el momento de la sexta mujer, una hermosa campesina llamada Boulotte, presentada por Barba Azul en la Corte. Boulotte obtiene un gran éxito; pero Barba Azul una vez más desea cambiar: ha visto a Floretta, la joven hija del rey y se prendó de ella. Una orden a Popolani y el viudo estará dispuesto para la próxima boda. Pero en el punto culminante se pre­senta Popolani con un extraño cortejo: cin­co odaliscas cubiertas con el velo que ro­dean a Boulotte. Son las cinco mujeres de Barba Azul que el químico había tan sólo narcotizado y a las cuales había reunido en un pequeño harem en su palacio. Gran sor­presa del viudo frustrado, ira del rey, es­cándalo en toda la Corte: Barba Azul de­berá quedarse con su sexta esposa; Floret­ta casará con el paje Zafiro que la ama desde hace mucho tiempo y las cinco ex esposas de Barba Azul, gracias al rey, que­dan provistas de un nuevo y definitivo ma­rido. La comedia va desarrollándose en un crescendo irresistible de comicidad; es una sucesión de incesantes chanzas, de sorpresas, de juegos de palabras, de escenas fantas­magóricas. Es, lo mismo que otras obras más conocidas de los mismos autores (v. La Bella Helena), el típico «entretenimien­to teatral» del Segundo Imperio: graciosas fantasías que deben su argumento a cual­quier motivo legendario, fabuloso o histó­rico sobre el cual se bordan divertidas y multicolores parodias satírico-burlescas, re­dondeando la atracción del espectáculo con una brillante presentación escénica y sobre todo, con el brío incisivo y el refinado sabor de la música de Offenbach. Alloisio

*   El tema inspiró también a Anatole France (1844-1924) un libro de cuentos Las siete mujeres de Barba Azul (1909).

*   El húngaro Béla Bartók (1881-1945) com­puso en 1911 una ópera, El castillo del prín­cipe Barba Azul [A Kékszakállu Herceg vara], que fue estrenada en Budapest en 1918. Respecto a la ópera de Paul Dukas, v. Adriadna y Barba Azul de Maurice Maeterlinck.