Bajo Dos Banderas, Ouida

[Under two flags]. Novela de la escritora inglesa Ouida (Louisa de la Ramée, 1839-1908), publicada en Londres en 1867. Su éxito fue tal que se tradujo a diversas lenguas. Típicamente re­presentativa de la corriente romántica de la época victoriana, es la historia de un hombre que carga sobre sí una culpa de la cual es inocente, siguiendo una concep­ción sublime del honor y del deber. Bertie Cecil, hijo de un par de Inglaterra, oficial de la Guardia, es un simpático joven que lleva una vida alegre y despreocupada: ído­lo de la gran sociedad londinense, es el me­jor jinete de su regimiento, y no hay carre­ra en la que no salga vencedor. Acusado de falsificar en un letra de cambio la firma de su mejor amigo, y sabiendo que el ver­dadero autor de la hazaña es su propio hermano menor, al que adora, Cecil sacri­fica su honor por salvar el de su hermano, abandonando patria y amigos. Se le cree muerto en un accidente ferroviario, en Francia, donde se refugia. Se traslada a Argelia, enrolándose, con un nombre su­puesto, al ejército colonial francés. Pero, para recordarle imprevistamente el pasado, llega a Argelia la bellísima Lady Venetia Corona, de la que se enamora perdidamen­te.

También Cigarette, la joven cantinera del regimiento, ama en secreto sincera­mente a Cecil. Cecil, ignorante del amor de Gigarette, sólo siente por ella un amor fraterno. Un día, a causa de un grave acto de indisciplina, Cecil es condenado a muerte; Cigarette logra obtener la promesa de gracia del comandante, revelando quién es verdaderamente el culpable y poniendo en peligro su propia vida para tratar de lle­var la orden de revocación de la conde­na; y en el momento que dan la orden de fuego para ajusticiar a Cecil, Cigarette se lanza sobre él, sirviéndole de escudo con su propio cuerpo y muriendo entre sus brazos. Él, dándose cuenta por fin del amor de la cantinera, se abandona a la desesperación. Pero por fin, el hermano de Cecil, arrepen­tido, declara su culpa, y entonces purifica­do, puede Cecil volver a ocupar su puesto en el mundo y casarse con lady Venetia. Con esta novela, muestra la autora una opinión muy optimista sobre la virtud; es sobre todo viva la figura de la pequeña cantinera que se convirtió en una de las figuras más populares de las novelas de la época victoriana. La novela ha sido adap­tada dos veces a la escena y ambas muy mal: en 1916 y en 1923 (castillo real de Tod Browning).

G. M. Mantegazza

Es imposible no reír de Ouida, y es igual­mente imposible no leerla. (Chesterton)