[Lombard architecture]. Obra de Arthur Kingsley Porter (1883-1933), editada en 1916, en tres volúmenes y un atlas. El investigador americano, se dedicó al estudio de la arquitectura lombarda, desde su juventud. Aunque desde D’Agincourt, hasta Cordero di San Quintino, pasando por De Dartein y los valiosos ensayos de Cattaneo y de Rivoira, los investigadores se habían preocupado con particular atención de la arquitectura lombarda, Porter sostenía que faltaba todavía una síntesis objetiva, y que se debía salir del experimento fragmentario para afrontar una clasificación tipológica sistemática, y una revisión metódica de las fuentes literarias y de archivo. Proclamó, pues, su intención de recoger un «corpus» de datos históricos, e inconográficos de los monumentos arquitectónicos lombardos, para enfrentarlo luego con la crítica comparativa y definir sus aspectos formales, y su cronología.
El primer volumen, que comienza con una tabla cronológica de los monumentos estudiados, trata de los problemas generales concernientes a la materia, con una ojeada panorámica sobre el ambiente histórico y su organización social, con un análisis sobre la técnica de la construcción y sobre los tipos iconográficos pertenecientes a los varios períodos de desarrollo, sobre la arquitectura monástica y sobre la escultura ornamental y las artes accesorias. Varios temas hagiográficos sirven precisamente para definir la interpretación y las zonas geográficas. Los volúmenes siguientes contienen las monografías críticas relativas al centenar de edificios estudiados, a los que corresponden los relieves arquitectónicos, y las nítidas fotografías, tomadas a menudo por el propio autor. Gracias a ello, el investigador tiene hoy a su disposición una obra fundamental, un modelo de organización sistemática y una concisa exposición de los puntos principales relativos a cada edificio, exposición en la cual la mayor parte de los problemas inherentes a la arquitectura lombarda están ampliamente tratados y valuados: en particular el origen de la bóveda con nervaduras, la técnica del paramento, el arte cluniacierse y el cisterciense. Muy importante es también el haber sentado que el desarrollo del motivo de los arcos pensiles es posterior al año mil.
C. Baroni