Obra dramática en tres jornadas de Lope Félix de Vega Carpió (1562-1635), que fue atribuida a Antonio Mira de Amescua. Aparece como autor de ella el caballero Lisardo, seudónimo que Lope utilizó en algunas ocasiones. Con todo, la filiación lopesca de esta comedia, no es del todo segura.
La acción transcurre en Inglaterra, donde Arminda, la reina, se ha enamorado del duque Antonio, lo ha hecho su esposo y elevado a la categoría de rey. Pero Arminda tiene celos de su esposo y de su doncella Octavia, y urde una emboscada para darle muerte. Octavia se defiende asegurando que con quien se entiende el rey es con Florela, camarera de la reina, y novia de Teodoro, uno de los sobornados por la reina para matar a su doncella. Ésta envía inmediatamente una carta a Antonio, notificándole que han sido descubiertos sus amores. Antonio, que tiene a toda la corte en contra suyo, para salvar a Octavia, disimula sus amores, alaba a Florela y juzga necia a Octavia (Jornada I). Julio, criado de Antonio, avisa a Florela de que por la noche irá Teodoro junto a su ventana, pero que ha de llamarle Rey o Alteza, puesto que existe otro enamorado de ella que ha jurado matar a Teodoro, lo que no hará si cree que es el rey. Antonio llega, de noche, a la ventana de Florela y conversa con ella (ella cree que se trata de Teodoro). Octavia, Arminda y Teodoro contemplan la escena. El Rey ordena que rapten a Octavia y la llevan a casa del conde Feliciano, pero éste lo descubre todo a la reina. Antonio, descubierto, es degradado, por su esposa, a su anterior condición (Jornada II). Antonio simula un suicidio por amor a Arminda, con lo que ella le devuelve su amor y sus honores, con la sola condición de que deje a Octavia, que casa, al fin, con el Rey de Irlanda (Jornada III).
Se trata de una de las típicas comedias de aventuras y de enredo, tan frecuentes en la literatura dramática del Siglo de Oro, con grandes cualidades, pero sin el toque genial que poseen a menudo las obras de Lope.