Recopilación de poesías del autor danés Helge Rodé (1870-1937), publicada en 1914. Rodé es uno de los poetas más exquisitos de su país. Pero su poesía, pese a ser refinadísima, no es una poesía con finalidad en sí misma: pertenece a la generación que, hacia 1890, dio la gran batalla al realismo y al naturalismo que, según palabras de Rodé, habían hecho creer «demasiado en la naturaleza y olvidado al alma». El espíritu, en consecuencia, estaba a punto de perecer, y rehabilitarlo fue el credo de la generación de Helge Rodé. En Ariel, sin embargo, como en las mejores poesías de Rodé, no se acusan las intenciones programáticas; el poeta libera su nativa y delicadísima vena de canto, experimentando el soplo etéreo de Ariel, el espíritu del aire: «Yo soy Ariel, el espíritu del aire, / creado por el Dios más interior de la profundidad, / enviado como un mensajero / por su mano poderosa / más ligero, al moverme, que una estrella fugaz». La melancolía, el entusiasmo y el sentido de lo bello, unidos a una íntima religiosidad compasivamente humana, caracterizan estas poesías, estilísticamente aéreas como nubes.
G. Puccini