Poema lírico de Algernon Charles Swinburne (1837-1909), publicado en la primera serie de las Poesías y baladas (1866) (v.). Se trata de una larga y vehemente serie de variaciones inspiradas en la oda «A Anactoria», una de las Odas (v.) de Safo. El poeta inserta su morbosa sensualidad en el recio tronco de la poesía griega con lo cual consigue que quede muy difuminada la relación entre las cuatro estrofas de Safo y el monólogo de trescientos versos que Swinburne pone en labios de la poetisa. La poesía griega sólo proporciona al tema, el punto de partida; el desarrollo más bien viene sugerido por las crueles novelas del marqués de Sade. El frenesí del deseo quisiera aniquilar y sepultar en sí mismo la carne del ser amado. Muchas expresiones de Anactoria. habrían de pasar a la obra de Gabriele D’Annunzio, de quien es el siguiente juicio: «Swinburne, el cantor de la Laus Veneris (v.) y de Anactoria, en el cual se diría que revive con inaudita violencia la delectiva sensualidad que llena de gritos salvajes y de muertes desesperadas los dramas primitivos». (Esta última alusión se refiere a las tragedias de Christopher Marlowe, de John Webster, de John Ford.)
M. Praz