Alarico, o Roma vencida, Georges de Scudéry

[Alaric, ou Rorne vaincue]. Poema heroico de Georges de Scudéry (1601-1667), publicado en 1654. Es uno de los lastimosos ensayos de epopeya, aparecidos en Francia a fines de la época preciosista, bajo la inspiración de la pedantería y del mal gusto, todos ellos (comprendida Juana de Arco (v.) de Jean Chapelain), sólo recordados por la alegre burla de Boileau. Teniendo muy presentes las sacrosantas reglas de los so­lemnes poetas, los modelos griegos y lati­nos y, entre los modernos, especialmente la Jerusalén de Tasso, el autor celebra en diez cantos a Alarico, cuando va a la con­quista de Roma, que por sus delitos está destinada a caer. Pese a las oposiciones diabólicas, a las artes mágicas y al amor de la bella Amalasunta, el héroe triunfa en la empresa, no sin ayuda del cielo, re­presentado por el prelado de Upsala, que vence los engaños del Maligno. Hay pues un sentido alegórico en el poema: el ánimo, la razón del hombre, débil incluso en los más fuertes, con la ayuda de la gracia vence las dificultades del demonio y del amor terreno y consigue el bien. El estilo barrocamente fastuoso, los fondos y las costumbres, recuerdan anacrónicamente el esplendor de la corte encaminada ya a los esplendores de Luis XIV; el continuo én­fasis («Je chante le vainqueur des vainqueurs de la terre…»), el frío artificio, la pompa huera y engreída, caracterizan al autor, verdadero matamoros de las letras, mediocre escritor teatral que no sufrió el triunfo del Cid dé Corneille, y lo hizo ob­jeto de sus críticas pedantescamente mali­ciosas (v. Opiniones de la Academia sobre el Cid de Chapelain).