Volumen de ensayos del gran prosista español José Martínez Ruiz, Azorín (n. 1873), publicado en Madrid en 1915. «Son como notas puestas al margen de los libros —dice el autor—. La impresión producida en una sensibilidad por un gran poeta o un gran prosista: eso es todo». En efecto: más que un análisis crítico riguroso, los ensayos de Azorín son pequeños comentarios que nos dan, vivo, el perfil más íntimo del escritor o de la obra de que trata, a través de todo un proceso de «re-creación». De ahí que esos ensayos, más que por su valor estrictamente inquisitivo, sean importantes como «realidad» literaria. El volumen se inicia con dos ensayos sobre literatura medieval: uno sobre «Los poetas primitivos», notas de aguda penetración crítica sobre el autor del Cantar de Mío Cid (v.), Gonzalo de Berceo, el Arcipreste de Hita y Jorge Manrique, verdadero valor de época, y .otro sobre el «Romancero», en el que son comentados los romances «Quién hubiese tal ventura — sobre las aguas de la mar», «Por el mes era de mayo — cuando hace la calor» y «Mis arreos son las armas — mi descanso es pelear».
Siguen unos finos ensayos sobre poetas del Siglo de Oro: «Fray Luis de León» — «uno de los más delicados poetas clásicos castellanos» —, del que es necesario recordar el comentario a «La noche serena»; «Garcilaso»; «Góngora», que consta de tres partes: una sobre el soneto «A una rosa», otra sobre el soneto dedicado a Córdoba y una tercera sobre la «Hermana Marica»; y un último sobre «Bartolomé Argensola». Unas notas sobre Cervantes, «el primero que en nuestras letras nos ofrece una impresión de cosmopolitismo y de civilización densa y moderna»: «Al margen del Quijote», «Al margen de La fuerza de la sangre», «Cervantes» y «Al margen del Persiles», recogidos posteriormente en el volumen Con Cervantes. Dedica un comentario a «Quevedo», escritor que «por encima de todo, en virtud de estas síntesis que el tiempo forma, representa un gesto de protesta, de rebelión», y del que traza «su» sensación de lá España de la época, y otro «Al margen de La vida es sueño». Finalmente, dos sobre literatura moderna: «José Somoza», quizás el de más hondo sentido de todo el volumen, y «Bécquer».
J. Molas