[Aphorismen über die Organonomie]. Obra filosófico-físiológica de Joseph Górres (1776-1848), publicada en 1803, en dos libros precedidos de. una introducción en la que se expone el eclecticismo filosófico en que se basa la obra, Górres divide la filosofía moderna en dos corrientes, masculina y femenina; en la primera, llamada de la «ciencia racional», Fichte representa el polo positivo, el realismo el polo negativo, y Schelling el punto sintético de indiferencia. En la otra corriente se oponen Locke y Condillac a Leibniz y a Schelling corresponde el criticismo. A todos estos filósofos corresponden en el universo elementos Químicos que se disponen orgánica y polarmente, de manera que toda cosa, inmensa o ínfima, halla en esta armonía su función específica. Todo esto se relaciona con una concepción, por decirlo así, orgánico-democrática del mundo que se refiere a las teorías políticas de Górres: «El genio debe por su esencia predominar, pero no convertirse en déspota; la razón debe por su esencia ser obediente, pero no hacerse servil». «El todo es una ecuación trascendente de las infinitas raíces; sus grandes sacerdotes son los que saben desarrollar mayor número de ellas, pero incluso quien haya descubierto una sola no habrá vivido en vano».
Estas doctrinas filosóficas son aplicadas a la fisiología. Factores opuestos, en las partes y en la totalidad del organismo, son la actividad interior y la receptividad exterior, lo cual es deprimida por todas las potencias positivas interiores y exteriores, y excitada por las potencias negativas correspondientes, a las cuales, a su vez, oprimen las energías activas. Para que el organismo funcione perfectamente se requiere el equilibrio entre esas potencias opuestas, entre.la «prosa y la poesía del organismo». Todo esto es ampliamente expuesto por el autor, para cada órgano particular, desde el cerebro a los órganos sensorios, motores, vegetativos, en una minuciosa descripción y discusión en que la terminología de Schelling se une a la teoría del médico Brown acerca de la excitabilidad y la irritabilidad, tan en boga en la medicina romántica, En efecto, muchas recensiones en revistas de medicina de aquella época saludaron entusiásticamente las doctrinas de Gorres mientras que Goethe se limitó a decir que su obra demuestra «una bella mente, que merece atención aunque a veces dan ganas de cambiar el título de la obra por el de Organomanía».
G. Federici Ajroldi