Torquato Tasso

La figura del gran autor de la Jerusalén libertada (v.), por la tragedia de su genio, que representa la más perfecta reversibilidad entre arte y vida, y especialmente por la leyenda de sus amo­res con Leonora D’Este, ha sido uno de los temas favoritos del Romanticismo, que ade­más de gran número de biografías más o menos noveladas, le dedicó dramas, poe­sías e historias en todas las literaturas. La leyenda, que comenzó mientras el poeta aún vivía, al tiempo de su cautiverio en Santa Ana, apareció después de su muer­te en la biografía que el jurista napolitano G. P. D’Alessandro hizo preceder (1604) a su examen crítico de la Jerusalén, y aparece con todos sus fantásticos elementos en la Vida (1621) que escribió otro napolitano, Giambattista Manso (1560-1645), al que Tasso dedicó uno de los Diálogos (v.): «De la amistad» [«Dell’Amicizia»].