[Émile]. Protagonista de la obra Emilio o De la educación (v.) de Jean- Jacques Rousseau (1712-1778), que permite comprender el naturalismo pedagógico y los principios psicológicos de la educación moderna. Emilio, nacido como una criatura pasiva y receptiva en la que su maestro (en este caso, el autor) experimenta su método pedagógico, va animándose a medida que las manos de aquél le van plasmando.
Huérfano y de familia rica, Emilio crece lejos de las convenciones urbanas, sin más guía que su voluntad y las leyes de la Naturaleza; más, en contacto con las cosas que con los libros, se emancipa de la esclavitud de la tradición y, tomando ejemplo en la historia de Robinson Crusoe (v.), su lejano hermano — único tratado que se concede a la cultura del joven—, aprende un oficio, hasta que advierte que espontáneamente surgen en él los sentimientos, morales, socíales y religiosos.
Entonces, habiendo encontrado, gracias a un ardid de su maestro, a Sofía, la muchacha que ha sido educada en el campo con la única finalidad de hacer feliz a un hombre y de dedicarse a los íntimos goces de la familia, Emilio se enamora de aquélla. Obligado por su maestro a sofocar durante algún tiempo sus sentimientos, Emilio se pone en contacto durante dos años, y gracias a numerosos viajes, con distintos hombres, pueblos y Estados. Sólo entonces, luego de haber adquirido esa experiencia, podrá formar una familia con la compañera que le ha sido predestinada, y dar así principio a una nueva sociedad.
Emilio posee, en la intención del autor, una personalidad propia y un carácter nacional; pero en realidad, excepto en unas pocas páginas, no es más que una figura abstracta, subordinada al principio que debía encarnar, según la norma de que la Naturaleza es buena y la sociedad es mala, y requiere ser reformada desde sus raíces, sustituyendo el dominio de la educación pedagógica por la autoridad de la Naturaleza y el método de la coacción por el de la libertad.
Figura surgida de la fantasía de Rousseau para expresar aquella psicología de la infancia que habían preparado los estudios de Preyere y Perez, así como la higiene de la infancia sostenida ya por Rabelais, Montaigne y Locke, Emilio habrá de encontrar eco en Lessing, Kant, Goethe, Schiller, Richter, Basedow y otros.
M. Maggi