[Der Diamant des Geisterkónigs]. «Drama fabuloso» en dos actos, sacado de motivos de Las Mil y una Noches y representado por primera vez en Viena, en 1824. El mago austríaco Zephises muere súbitamente, sin poder dar a su hijo Eduardo los tesoros que él ha recibido del rey de los espíritus, Longimanus.
Una vez ascendido al reino de los espíritus, ruega a su protector que intervenga en favor del desgraciado muchacho. Éste, tras superar algunas pruebas, entra en posesión de los bienes paternos, y al fin Longimanus le promete también una estatua de diamante si logra presentarle una muchacha de veinte años que «no haya mentido nunca». Eduardo, acompañado de su fiel criado Floriano, parte en globo para el «país de la moralidad».
Entre las diversas muchachas que le presentan, él escoge, contra lo que se esperaba, a Amina, que encarna el ideal de la honestidad. Eduardo se enamora de ella, y Longimanus, tras algunas fingidas contiendas, se la concede como esposa díciéndole: «una mujer como ésta, es el más hermoso diamante que podía regalarte». En el drama, todavía ligado al teatro de fábula vienés, no puede decirse que el mundo fabuloso y el mundo real se fundan. Son todavía muchos los personajes alegóricos, y demasiado tontos para hacer de «dioses ex machina» cuando el desarrollo dramático debe resolverse.
Sin embargo, es preciso reconocer que Raimund hace con esta obra el primer intento serio para renovar el teatro popular vienés, infundiendo soplo humano a las máscaras de la «Comedia del arte» [Stegreifkomodie], que aun sobrevivían, renunciando casi siempre a los efectos fáciles y a los chistes, e inspirándose en sólidos principios éticos y estéticos.
G. Necco
Enc. Noguer.