[I Commentarii]. Obra del escultor florentino Lorenzo Ghiberti (1378-1455), compuesta en edad madura y no publicada impresa, parcialmente, hasta el siglo XIX (primera edición completa; Berlín, 1912). Figura entre los primeros y esenciales testimonios de la literatura historicoartística del Renacimiento. De los tres libros de la obra, el primero tiene por tema, sobre todo, el arte antiguo y repite constantemente, pero con cierta libertad de juicio, fuentes de la antigüedad clásica. Su proemio está tomado de Ateneo el Antiguo; de la Arquitectura (v.), de Vitruvio se deriva el programa de la educación enciclopédica del artista, con la adición de las nuevas disciplinas de la perspectiva y de la anatomía; de la Historia natural (v.) de Plinio, las indicaciones históricas acerca de los artistas antiguos. Los griegos son venerados como inventores de la pintura y de la escultura; la base común de ambas artes es, para Ghiberti, el dibujo. El segundo libro trata de los pintores del siglo XIV y especialmente de Giotto y de sus discípulos florentinos; pero no faltan en la obra importantes referencias acerca de los maestros de Siena, Nápoles y Roma. También un escultor nórdico Gusmin, es recordado por Ghiberti, que habla finalmente de sí mismo y de sus propias obras; primer ejemplo que conocemos de autobiografía de un artista.
En sus biografías ocupan vasto lugar, más que las anécdotas tradicionales, las referencias a las obras, fundadas en el conocimiento directo y expresadas con sensibilidad de artista. En primer lugar es ensalzado Giotto, por haber hallado de nuevo la verdadera doctrina del arte, olvidada hacía siglos, y conducido la pintura a gran perfección. Reaparece así el concepto ya elaborado por la literatura florentina del siglo XIV, y tantas veces repetido, de la división del arte en tres épocas: perfección antigua; decadencia en la Edad Media, a partir de la época de Constantino y el resurgimiento, con Giotto, que volvió a descubrir el arte «natural». En el tercero y último libro, Ghiberti se propone determinar los fundamentos científicos del arte, interesándose particularmente por la óptica, para la cual se sirve también de fuentes árabes: sigue un esbozo de teoría de las proporciones que se aparta del canon de Vitruvio. En su aspecto teórico los Comentarios no tienen, sin embargo, importancia comparable con la del tratado De la Pintura (v.), de León Battista Alberti, muy superior por su vigor de pensamiento y organicidad de construcción. La obra de Ghiberti vale, en cambio, sobre todo, por los juicios críticos que contiene, y como primera tentativa para trazar figuras de artistas sobre el fundamento de sus obras más que siguiendo el rastro de los acontecimientos exteriores de sus vidas.
G. A. Dell’Acqua