[Account of a Voyage round the World]. Obra del célebre navegante inglés James Cook (1728-1779), publicada en 1773.
Nombrado por el Almirantazgo británico jefe de una expedición con diversos fines astronómicos y geográficos, Cook partió de Plymouth en la nave «Endeavour» el 26 de agosto de 1768 y llegó a Tahití el 13 de abril de 1769; después de haber explorado cuidadosamente el estrecho de Le Maire, pudo observar el 3 de junio el paso del planeta Venus sobre el disco solar; entretanto entablaba amigables relaciones con los indígenas, a los que describe en el libro con viveza y color, y al partir de la isla, el 13 de julio, se llevó con él a dos nativos. Una vez explorado el archipiélago de la Sociedad, el 6 de octubre avistaba una gran tierra — ya descubierta en 1766 por el holandés Abel Tasman y llamada por él Tierra de los Estados —, a la que dio el nombre de Nueva Zelanda.
Los habitantes de la isla se mostraron más bien belicosos y agresivos; Cook exploró atentamente las costas, descubriendo el estrecho que llevó después su nombre, estrecho que divide Nueva Zelanda en dos islas principales, la más septentrional de las cuales era fértil y habitada, en tanto que la meridional, áspera y montañosa, parecía completamente desierta. Partió el 31 de marzo de 1770, y avistó el 18 de abril la costa oriental de Nueva Holanda (Australia), que costeó por completo, desde el cabo Howe al cabo York, costa a la que dio el nombre de Nueva Gales del Sur; el 28 de abril descubría Botany Bay y, poco más al Norte, Puerto Jackson, en el que surgió más tarde la ciudad de Sidney.
Prosiguiendo su viaje y siempre hacia el Norte, después de haber estado en peligro de naufragar entre los escollos de la gran barrera coralífera, llegó por fin a la extremidad septentrional de la costa, donde descubrió el estrecho que fue llamado de Endeavour — separado sólo por una pequeña isla del estrecho de Torres —, resolviendo así un problema que ya hacía siglos apasionaba a los geógrafos: demostró que Nueva Guinea no es un apéndice de Australia, sino que está completamente separada de ésta. En este punto, Cook hace una viva descripción de los habitantes de la isla, de su carácter y da numerosísimas noticias sobre la flora y la fauna del lugar: él fue el primer europeo que vio un canguro. A primeros de octubre siguiente llegó a Java, donde se vio obligado a detenerse largo tiempo para reparar la nave, muy deteriorada por el largo viaje y por las inclemencias; pero las enfermedades características de la isla hicieron estragos entre la tripulación, ocasionando también la muerte de los dos tahitianos, no habituados al clima ni a los alimentos, poco adecuados para ellos.
También la travesía del océano índico, comenzada el 27 de diciembre, fue funesta, pues supuso la pérdida de 23 hombres a consecuencia del escorbuto; pero una recalada de un mes en Cabo de Buena Esperanza permitió al resto de la tripulación recobrar la salud y llegar a Dover el 12 de junio de 1771. Fue una expedición de enorme importancia geográfica, ya que demostró que Australia y Nueva Zelanda están separadas entre sí y del continente austral, y dio noticias seguras sobre el estrecho que separa Nueva Guinea de Australia. Cook tuvo sobre todo el mérito de establecer, con una precisión insólita para su época, la posición de todas las islas y costas exploradas, adquiriendo así la fama que indujo al gobierno a ponerle al frente de otras expediciones más importantes organizadas posteriormente.
P. Gobetti