[Grundriss der Volkswirtschaftslehre], Obra publicada en Leipzig en 1900. En la primera parte se exponen los siguientes temas: concepto y fundamentos lógico morales de la economía; literatura económica y metodología; teorías de la tierra, de la población y de la técnica; constitución social de la economía política. En la segunda: el proceso social en la circulación de la riqueza, la distribución del rendimiento y análisis de los resultados de la evolución histórica en el sector económico. «La virtud de la economicidad es la actividad humana en cuanto opera según un plan calculado y sabe lograr el máximo resultado con los mínimos medios, ya tiendan directamente a objetivos económicos, ya a otros fines».
Son «economías individuales particulares» aquellos conjuntos más o menos numerosos de personas que forman un todo en cuanto están unidas por un vínculo psíquico, moral o jurídico y operan económicamente juntas. La «economía política» resulta «tanto del enlace de todas las economías particulares en un nexo indisoluble por obra de las libres relaciones de intercambio y comercio, cuanto por las crecientes instituciones económicas unitarias del municipio, de la provincia o del Estado». Después de haber explicado las bases psíquicas, morales y jurídicas de la vida social, el autor llega a la conclusión de que la actividad económica «considerada en su aspecto natural puede ser una actividad conveniente o no, y por lo tanto, indiferente desde el punto de vista moral; pero, considerada en sus relaciones con todas las fuerzas del alma y con la sociedad, es una actividad conforme o no con la moral, y por lo tanto una actividad subordinada al juicio moral e influida por éste».
Pasando revista a las doctrinas económicas desde la antigüedad hasta nuestros tiempos, afirma querer atenerse en sus teorías al método inductivo o sea, observación escrupulosa de los fenómenos económico sociales en el tiempo y en el espacio, teniendo presentes sus relaciones cuantitativas y su sucesión histórica, la comparación de dichos fenómenos e intento de explicarlos por indagación de, sus regularidades típicas y nexos causales. En la siguiente sección, dedicada a la constitución social de la economía nacional, se trata de la economía familiar, la vivienda, la economía estatal y municipal, la división del trabajo, la propiedad (contra las propuestas de socialización de la tierra), la formación de las clases sociales a consecuencia de la división del trabajo, la empresa y las coaliciones de empresas, y una conclusión acerca de la importancia, en el ambiente económico moderno, de la actividad de la empresa.
Schmoller afirma luego la necesidad, por un lado, de sindicatos («cartels») nacionales e internacionales de empresas que faciliten la corrección de sus previsiones, y por otro lado, de un atento control público sobre estas empresas; pero la empresa, con la aceptación del riesgo, sigue siendo «el instrumento necesario que… engendra la máxima suma de aptitudes económicas, de actividades y energías, de progreso en la técnica y en la organización». La última sección considera tres series de hechos evolutivos de la vida económico social en su conjunto: las fluctuaciones económicas (teoría de las crisis, de base predominantemente psicológica), la lucha de las clases sociales con la intervención moderadora del Estado, y la competencia económica entre los Estados. El capítulo que cierra la obra define la naturaleza del progreso económico social y trata de establecer sus causas. En esta obra el jefe de la «nueva escuela histórica», aunque manteniéndose leal al canon fundamental del método inductivo y de la simple observación de los hechos, esboza sistemas generales. Hay que notar su insistencia, en oposición a los clásicos, en subrayar la compenetración del elemento ético en la realidad económica. También es importante la referencia a un intervencionismo social, aunque sea rechazando las proposiciones de intervencionismo económico estatal de fondo socialista.
F. Feroldi