[Exercitationes de structura viscerum]. Título de una importantísima obra científica, en la que se expone muchos de los descubrimientos conseguidos sometiendo los órganos al examen microscópico (en lo que le cabe el mérito de haber sido de los primeros). El título indicado va seguido de un subtítulo, en el que se enumeran las vísceras estudiadas. El hígado, los riñones, el bazo, la corteza cerebral, además del llamado «pólipo del corazón». Se añaden como apéndice dos cartas sobre la estructura de los pulmones. Comparado con Leuwenhoeck, que publicó las mismas observaciones, casi al mismo tiempo o un poco antes, Malpighi demuestra en su tratado una mentalidad científica absolutamente superior, porque es sistemática.
Él afrontó, por tanto, los problemas precisos anatomofisiológicos, que resolvió^ brillantemente. De él proviene la observación de la circulación (vista en 1660) en los vasos de calibre mínimo (capilares), completando así el descubrimiento de la circulación que se atribuye a Cesalpino y a Harvey. No faltan tampoco elementos para creer anterior a Harvey la observación de Malpighi. También en el campo de la fisiología y de la anatomía circulatoria, como ejemplo de examen microscópico de una entidad microscópica, ha de recordarse el análisis del coágulo sanguíneo, presente, después de la muerte, en la cavidad del corazón.
Antes de Malpighi, a este coágulo se le creía un pólipo, pero éste demostró que era sangre coagulada, en la que reconoció la «contextura fibrosa», que corresponde a la sustancia modernamente llamada «fibrina». Gracias a ésta y a otras investigaciones, Malpighi conquistó merecidamente el nombre de fundador de la Anatomía microscópica; sólo más de un siglo después logrará el anatómico francés M. F. X. Bichat (1771-1802) dar un paso adelante con el examen estructural de los tejidos.
C. Barigozzi