[Aegidius]. Diálogo filosófico en latín del llamado Gioviano, Pontano (1426-1503), compuesto hacia 1501. En su casa el anciano poeta hace efusivos elogios al agustiniano Egidio Canisio da Viterbo; éste, nutrido de cultura humanística, apreciaba el espíritu de las composiciones latinas de Pontano, valorando su vestidura paganizante como aspiración a una pureza de vida, pero tendía a llevarle hacia una más rigurosa observancia de los problemas del catolicismo. En el diálogo la discusión versa sobre el libre albedrío y la ciencia astrológica, considerada por Pontano como fundamental en el hombre.
Los hay que contribuyen a difundir la irreligiosidad al negar la inmortalidad del alma y al tener dudas filosóficas sobre la naturaleza de las cosas. El verdadero sabio indaga en el pasado las voces dirigidas a la exaltación de Dios, y recoge, incluso en el mundo clásico, las verdaderas afirmaciones de la fe. Otros personajes hablan sobre el mismo tema: Francisco Pucci, discípulo de Policiano, exhorta de parte de un piadoso obispo a volver a los estudios encaminados a loar al Señor, y Benedicto Gareth llamado el Canteo, famoso poeta de origen español, recuerda las doctrinas de Hermes Trismegisto. Asimismo el patricio Gerolamo Carbone y el español Juan Pardo discuten junto con Tristano Caracciolo sobre varios problemas literarios, desde Virgilio a los Elíseos y a la misma astrología.
En el transcurso de la obra, no siempre guiada por un pensamiento riguroso, aparecen los problemas que Pontano tenía planteados, y se expresa una religiosidad que más que con la fe está estrechamente unida con la «pietas» de los humanistas. Exalta la astrología como ciencia que no va contra el libre albedrío tal como fue entendido por la escolástica, sino que lo interpreta de una manera nueva: por la Providencia que guía las cosas del mundo y deja entrever su benéfica influencia a través de la doctrina y la ciencia de los antiguos iluminados por la naturaleza e indirectamente por Dios. El diálogo se desenvuelve, pues, en una posición transaccional que demuestra lo endeble de la concepción del autor y cómo éste intentaba encerrar dentro de bellas formas una experiencia de arte y de filosofía.
C. Cordié