Es la obra más importante de la literatura india védica, después del Rig-Veda (v.). Debe su nombre al hecho de estar dividida en cien lecturas; el último libro forma el Aranyaka_ (v.) y los últimos capítulos de éste el Brhadaranyaka- Upanisad (v.).
Ello pertenece al Yajur-Veda blanco (v.). Rica es la parte legendaria de este «bráhmana». Allí encontramos la historia de Püruravas y de Urvasi. La ninfa Urvasi se enamora del rey Püruravas y consiente en hacerse su esposa a condición de que él no la vea nunca dormida junto a él. Pero los Gandharva (v.), genios musicales del aire, celosos de la ninfa, logran mediante un rayo que el rey la vea así; entonces desaparece ella y el rey la busca en vano durante mucho tiempo; finalmente la encuentra convertida en cisne, en un estanque de lotos, y le suplica que vuelva con él. Esto solamente es posible si el rey se convierte en un Gandharva, y la ninfa le aconseja que pida esta gracia a los Gandharva. Éstos enseñan al rey una forma especial de sacrificio al dios del fuego, por el cual obtendrá esta transformación.
Aparece así en esta leyenda el viejo tema de los amores de la ninfa con un mortal. Otra importante leyenda de este «bráhmana» es la del diluvio, tal vez de origen semítico. «Por la mañana llevaron a Manu (v.) (progenitor de la humanidad) agua para lavarse; él se lavó y entre sus manos halló un pez. «Consérvame la vida — le dijo éste — y yo te salvaré». «Pero, ¿de qué me salvarás?», replica Manu. «Un diluvio acabará con la vida de todos los seres, y yo te salvaré de él». «Pero, ¿cómo podré yo salvar tu vida?» «Cuando somos pequeños, muchos peligros nos amenazan y un pez se come al otro; ponme en un recipiente; cuando haya crecido, cava un hoyo y consérvame en él, y cuando me haya hecho mayor, llévame al mar y entonces habré superado todos los peligros». Y Manu obedeció. Cuando el pez se hizo grande, le dijo: «Dentro de tantos y tantos años vendrá un diluvio: construye una nave y espérame; tan pronto las aguas empiecen a crecer, embárcate, que yo te salvaré». Manu hizo cuanto el pez le había indicado; llega el diluvio, se embarca y el pez nada hacia él; Manu ata la amarra de su nave al cuerpo del pez y se deja llevar hacia el monte septentrional. Cuando llegan allí, el pez le dice: «Te he salvado; ata tu nave a un árbol, de forma que el agua, mientras cubra el monte, no la arrastre; luego descenderás tan pronto como las aguas desciendan».
Así lo hizo Manu, y por ello este lugar de la montaña septentrional sigue hoy llamándose Bajada de Manu. El diluvio acabó con la vida de todos los seres y tan sólo Manu se salvó». Los libros VI-X reconocen como su autor al sabio sándilya; los otros, en cambio, lo atribuyen al sabio Yájnavalkya. Este «bráhmana» nos muestra cómo la civilización india se extiende hacia el Este (Oude) y tiene múltiples relaciones con el budismo, con el sistema filosófico denominado «sámkhya», con la épica, con el drama y con las Upanisad (v.). En efecto, fue compuesto precisamente en la región que fue patria del budismo, y se hallan en él términos que aparecen con frecuencia en los textos budistas; por otra parte, menciona a Asuri, uno de los fundadores de la filosofía «sámkhya», se citan héroes y personajes épicos, y Kálidása tomará de él la leyenda para uno de sus más hermosos dramas, el Vikra-morvaéiya (v.). Finalmente, la idea de la unidad del ser, propia de los Upanisad, aparece mucho_ más desarrollada que en los demás «brahmana». El satapathabrahmana fue publicado por A. Weber en Berlín (1855). Trad. inglesa de J. Eggeling, en los Sacred Books of the East (vols. 12, 26, 41, 43 y 44).
A. M. Pizzagalli